El primer pan dulce de Navidad se hizo en Milán,
el origen del panettone, es una historia de amor
que data del siglo XV. Ughetto degli Atellani
era un joven criador de halcones que trabajaba
en la corte del duque Ludovico il Moro Sforza
(1452-1508) y su esposa Beatriz de Este en
la ciudad de Milán.
Ughetto era un hombre solitario y estudioso que guardaba
un secreto. Luego de caer la noche,
se encontraba a escondidas con el amor de Adalgisa,
y entre rincones de la ciudad las prioridades
del destino fueron tomando forma de pan.
Los Uguetto desaprobaban sus amoríos, pues la chica
era hija de un humilde panadero llamado Tone.
Luego de un largo número de infortunios la situación
en la familia panadera empeoró.
La bella Adalgisa tenía que trabajar doble y
hasta altas horas en la noche impidiendo el encuentro
con su amado.
El hermano de Adalgisa había enfermado
y para completar habían abierto cerca otra panadería
que le hacia fuerte competencia.
Viendo la tristeza de su amada junto a sus propios
anhelos de encuentros frustrados, Uguetto se ofrece
como ayudante de pastelero para trabajar
en los hornos de la panadería.
Con disposición de ayuda y frenesí amoroso el joven
creativo propone agregar mantequilla a la masa del pan,
pero como no había suficiente dinero para comprarla,
Uguetto vende un par de halcones
y financia la compra de nuevos ingredientes.
De inmediato este pan atrajo nuevos clientes
y el negocio mejoró. Iluminado por la dulce sonrisa
en el rostro de su amada, decide agregar
azúcar a la preparación.
Es un éxito rotundo que se trasforma en armonía familiar
y permite la unión definitiva de Uguetto y Adalgisa.
La alegría por la celebración de la boda era tan grande,
que da nacimiento a una nueva inspiración
en la que deciden agregar a la masa del pan sidra,
huevos y frutillas confitadas.
El olor de este nuevo pan era tan delicioso que
todo transeúnte quedaba hechizado e
irremediablemente cautivado, teniendo que entrar
a la cálida panadería a probar el pane di Toni.
Berta Armejo Yepes (Perú)