Lo estamos comprobando cada día de muy diversas formas, en pequeños detalles -en nuestras relaciones particulares- y en aspectos y acontecimeintos globales de nuestra sociedad. Estamos viviendo una intensa transformación en la que se va cerrando el paso a actitudes y acciones violentas, totalitarias, manipuladoras... Van perdiendo la falsa fuerza que las "sustentaban" y queda patente su debilidad.
Ahora, quien es capaz de ceder y "perder" manteniendo la dignidad siempre gana. Aquél que comparte sin miedo siempre gana Quien deja su orgullo a un lado para poder aprender siempre gana. Los que saben que la humildad no es sumisión, sino pureza y sencillez, siempre ganan. Las personas capaces de reconocerse en otras, comprenderlas y amarlas siempre ganan. Quienes vencen su miedo, sin miedo a tenerlo, ganan también.
La nueva sociedad reclama ser constituida por este tipo de personas que conciben un mundo en el que acabe el concepto de separación y reine la Unidad. Cada vez somos más los que soñamos con ello, independientemente de que podamos fallar como seres humanos que somos, porque en el fondo de nuestros corazones estamos seguros de que otro mundo es posible, y que esa posibilidad comienza en mi responsabilidad y en la tuya, por lo que ya no hay excusa para quejarse ni para dejarse llevar.
Cada vez somos más los que soñamos con ello, independientemente de que podamos fallar como seres humanos que somos, porque en el fondo de nuestros corazones estamos seguros de que otro mundo es posible, y que esa posibilidad comienza en mi responsabilidad y en la tuya, por lo que ya no hay excusa para quejarse ni para dejarse llevar.
Yo también pienso que otro mundo es posible, si todos nos ponemos las pilas. El mundo que creamos entre todos, no va a cambiar por sí solo. Debemos luchar, reedificar, buscar formas, hacer sacrificios, tener ganas, garras, y optimismo. Sobre todo pensar en los que vienen detrás.