Entre la luz del día y la sombra alargada
Existe la duda que puebla mi morada.
Triste sensación de eterna tristeza
Donde mueren los sueños
Que tiñen de gris mi esperanza.
Sueños eternos, llenos de añoranza
Cruel realidad vestida de negro
Con un manto suave de destierro
Y el halo salvaje de este amor siniestro.
En él dibujo cada día la luz del alba
Pletórico de ira y lleno de saña
Por un amor incierto que inunda mi alma
Por un amor incierto de espinas que clavan.
Desgarrado desvelo de dudosa constancia
Luchando por ello este corazón clama
Que el día traiga esa pasión que la noche rechaza
Y que pueble de dicha este sentimiento que emana.
Déjame proclamar al viento
Mi espíritu guerrero
En esta lucha de olvido
Donde viven los sueños
Y la vida escapa.
DA