Dios os bendiga a todos
los que me hicisteis bien.
Dios os bendiga a todos
los que me hicisteis mal, y que a vosotros,
los que me hicisteis mal, Dios os bendiga
más y mejor que a los que bien me hicieron;
porque éstos, ciertamente,
no han menester de bendición ninguna,
ya que su bien en sí mismo llevaba
toda la plenitud y todo el premio.
¡Vosotros, sí, los de mi mal autores,
necesitáis la bendición del Padre
que hace nacer el Sol para que alumbre
por igual a los malos y a los buenos!
Que se derrame, pues, en vuestras almas
la más potente de las bendiciones
divinas, y os dé el don por excelencia:
el don de comprender...
poema Amado Nervo
comparte Flor Miriam