No hay paisajes nevados ni Navidad de sol, en cada rincón está el clima que sentimos, latiendo villancicos donde la Navidad es calor, dándonos el color de aquello que vivimos.
No hay luces en el alma si no son genuinas, ni las sonrisas brillan donde Noel no llega, pero hay una misma estrella que a todos nos guía con la fortuna y la dicha del Dios al que nos lleva.
Que la fe siga siendo el camno de tus pasos, y te aferres al abrazo que se te da sincero, que sea un te quiero tu repetido regalo y florezca en tus manos el más sano sentimiento.
No hay luces en el alma si no son genuinas, ni las sonrisas brillan donde Noel no llega, pero hay una misma estrella que a todos nos guía con la fortuna y la dicha del Dios al que nos lleva.