Tomando Conciencia sobre los valores de Navidad
Según menciona Corinne Heline en "El Misterio de Los Cristos",
la época de Adviento es conocida como tiempo de purificación
y de preparación, en la que el aspirante a la vida superior
trata de sincronizarse más plenamente con las gozosas vibraciones
de la próxima corriente crística de la Navidad.
Asimismo agrega que los primeros discípulos de Cristo observaban
este período como muy apropiado para recibir nuevas revelaciones
desde lo alto y como especialmente propicio para su desarrollo espiritual.
Cabe recordar, que desde el punto de vista del ritual
de la Iglesia Católica Apostólica Romana,
El Adviento comienza el último domingo de noviembre
y culmina en la sagrada época del Solsticio de Invierno
previa a la Navidad cristiana a lo largo de poco más de cuatro semanas.
Para el aspirante místico cristiano y, en especial,
para el estudiante rosacruz comprometido con su Yo Superior,
se presenta una nueva oportunidad para afirmarse en el sendero.
Pero esto sin duda implica renovar sus votos con su Yo Superior
y adoptar con renovada perseverancia el lema de Vivir la Vida,
tal cual nos instara reiteradamente Max Heindel
durante toda su vida y toda su obra.
Para un cristiano esotérico –continúa Corinne Heline-
este período de preparación y progreso se refiere
a determinados grados de desarrollo espiritual, que están
particularmente relacionados
con estas cuatro semanas dentro
del ciclo cósmico anual, siendo de destacar:
1. El Grado de la Anunciación,
vinculado con la primera semana de Adviento,
que se relaciona primordialmente con el cultivo de la pureza,
la que lejos de ser una condición estática,
es una fuerza dinámica en la vida del aspirante.
Cristo lo enfatizó cuando dijo:
"Bienaventurados los puros de corazón,
porque ellos verán a Dios".
2. El Segundo Grado que está atribuido
a la Segunda Semana de Adviento.
Éste es el Grado de la Inmaculada Concepción.
Este Segundo Grado preparatorio y concientizador del futuro
estado de la humanidad en el cual ya no existirá la muerte
y el hombre mortal recobrará su conciencia de inmortalidad.
3. El Tercer Grado,
asignado a las dos semanas finales de Adviento,
es el Grado del Santo Nacimiento y que, al decir de Corinne Heline,
nos acerca al corazón mismo de los Misterios Cristianos.
Y nos recuerda al místico alemán Ángel Silesio cuando expresó:
"Aunque Cristo naciera mil veces en Belén,
si no nace en ti, tu alma está perdida".
Y sin duda haciendo referencia al Glorioso momento
en el cual finalmente el aspirante se transforma efectivamente
en un faro de Luz crística, ante el nacimiento
de su Cuerpo Alma fulgurante.
La Meditación profunda sobre estas verdades y valores involucrados,
encontrará al aspirante sincero en esta especial época,
en una condición de gran Oportunidad y simultáneamente
de gran Responsabilidad. E
l niño Jesús nació en un pesebre,
donde las bestias comían, porque no había habitación en la posada.
Este hecho encubre uno de los símbolos de los Misterios Cristianos
dignos de santa reflexión:
el santo bebé no puede ser movido del pesebre (bestias-naturaleza inferior)
para encontrar su lugar en la posada (habitación o naturaleza superior).
La realización del Cristo Interno por un aspirante
será la triunfante consumación de la búsqueda,
y la culminación del proceso evolutivo
correspondiente al presente Período Terrestre.
Todas las obligaciones materiales por él adquiridas
en esta o en anteriores encarnaciones,
todas las circunstancias y escenarios de vida que hoy lo rodean,
no son más que herramientas del espíritu
para su propia superación interior
en pos del magno objetivo de convertirse lo antes posible
en un auxiliar invisible consciente.
Hoy es el momento más importante:
Hoy comienza nuevamente
el Resto de nuestras vidas
en la presente encarnación.
Hoy puede definitivamente retomarse
el más estrecho de todos los senderos,
el que Cristo nos señala con Su glorioso sacrificio.
Extracto comentado de un pasaje de
EL MISTERIO DE LOS CRISTOS
de Corinne Heline