Mientras que EE.UU. aún diseña cómo invadirá a los tres países islámicos faltantes en su plan de “guerra infinita” (1) –ya agredió a cuatro-, en tanto ha decidido orientar sus afanes bélicos hacia el Océano Pacifico.
Para ello viene reiterando las desgastadas falacias de “la seguridad nacional e intereses de los EE.UU.” que según su gobierno “ahora están siendo amenazados por China” (2).
Con esos pretextos Washington intenta justificar los aprestos guerreristas que apura en la región oceánica más grande del mundo, encubiertos bajo la propaganda de “necesidad de libertad, democracia, libre comercio y derechos humanos para Asia”.
Por esa razón ha previsto centrar el eje de su acción belicista en el ámbito del “Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico” (“APEC”) el cual es integrado sin razonable beneficio regional alguno, por tres países latinoamericanos –México, Chile y Perú-.
Estos propósitos se develaron de la gira efectuada por Barack Obama con ocasión de la reunión de la “APEC”, auspiciada por su gobierno y desarrollada en Hawai entre el 12 y 13 de Noviembre.
La cumbre que congregó a 21 países integrantes del organismo contó además con la especial presencia de los mandatarios de Rusia, China y Japón, invitados por Washington para “hacerles alardes de fuerza” en medio de su recesión económica.
Para Barack Obama y Hillary Clinton, la gira tuvo dos fines prioritarios concordantes con los objetivos económicos y militares de los EE.UU.
El primero de carácter “comercial” fue encaminado a consolidar un núcleo de 9 países del Pacífico que a partir del 2012 enajenen sus soberanías económicas a Washington.
Los EE.UU. esperan alcanzar ello a través de la propuesta formulada de “Acuerdo de Asociación Transpacífico” (“TPP”), para disponer de un “Area de Libre Comercio” que proporcione a la potencia supremacía geoeconómica en ese espacio.
La propuesta se semeja a la que planteó a Europa en 1992, para propiciar la creación de la “Unión Europea” –ahora en vías de desintegración- y rediseñar la OTAN a sus intencionalidades.
Otra igual le fue formulada en 1998 a Latinoamérica para conformar el “Area de Libre Comercio de las Américas” (“ALCA”), que fue desestimada por esos países en el 2005.
El segundo fin de Washington que Obama calificó en su gira como de “carácter militar defensivo”, consistiría en crear una “OTAN del Pacífico” involucrando a las fuerzas armadas de los países del “TPP” –sus “socios”- a las que integraría en Australia.
Con esa nueva fuerza se propone cercar con un doble envolvimiento estratégico mundial a China, Corea del Norte y Rusia, sus siguientes “enemigos” en el plan de agresión militar planetaria estadounidense.
En esa gran maniobra “la OTAN de la APEC” actuaría desde el Pacífico, en tanto que la original “OTAN” continuaría haciéndolo desde el Atlántico y el Mediterráneo.
Esto se develó del acuerdo militar firmado por Barack Obama (EE.UU.) y Julia Gillard (Australia), ni bien concluida la cita de la “APEC” –el 14 de Noviembre-.
El pacto faculta a Washington a establecer bases militares en Darwin (Australia) con las que Obama ha anunciado “detendrá a China” y cuyos ocupantes militares ha dispuesto se encuentren acantonados como máximo en el 2012.
Con el doble fin del “TPP” el gobierno de EE.UU. establecería una “asociación” de países aparentemente unidos por “el neoliberalismo”, pero en realidad convocados para servir de “contingente de sangre” para las guerras planeadas contra sus “enemigos”.
Esos fines afectarían desde ya las relaciones que mantienen los mencionados países latinoamericanos con China, Rusia y Corea del Norte.
Y lo evidente de la propuesta imperial es que en el conjunto de los cinco países americanos que integrarían el “TPP” (EE.UU., Canadá, México, Chile y Perú), sólo dos serían únicamente los “socios iguales y beneficiarios” -Canadá y EE.UU.-.
Para Washington el “acuerdo” sólo sirve de “señuelo” para absorber las soberanías del resto de países y así poder enrolar sus fuerzas armadas al portaviones que apresta en el Pacífico contra China y Corea del Norte (3).
Y desde el momento que el “TPP” pretende controlar incluso el acceso a Internet prohibiendo webs calificadas de “peligrosas” –entrevemos ésta sería una de ellas-, para los pueblos de Chile, México y Perú sería mucho más lesivo que los TLC anteriormente suscritos con EE.UU. (4) (5).
Los ya alertados ciudadanos de esos países vienen reclamando por ello ante sus gobiernos, el despropósito de intentar negociar con sus soberanías.
Notas:
(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=133988&titular=en-septiembre-de-2001-eeuu-ya-tenía-un-plan-para-invadir-siete-países-incluida-libia-
(2) http://www.publico.es/internacional/407558/el-rearme-de-eeuu-en-el-pacifico-indigna-a-china
(3) http://www.jornada.unam.mx/2011/12/18/opinion/014o1pol
(4) http://www.rpp.com.pe/2011-06-25-fueron-ocho-las-paginas-web-del-gobierno-peruano-atacadas-por-anonymous-noticia_378908.html
(5) http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas-y-colaboradores/sopa- amarga-el-nuevo-macartismo-en-internet-esta-en-marcha_99524.html