Mejor amigo
es quien no me ata,
es quien no me asusta,
es quien no me insulta,
es quien no me juzga.
Te pregunto:
¿Te atas
a las cosas
que te rodean
para sentir
que lo
que quieres
está sólo
a tu alcance?
Sí, sentirte
poderoso.
¿Te asustas
cuando lo que dices
no resulta?
Sí, nada será
como deseas
porque
todo cambia.
¿Te insultas
cuando lo que haces
no sirve a tus deseos?
Sí, sientes
que todas
las miradas
están sobre
ti, pero sólo
tú te miras.
¿Te
observas?
Tal vez,
sea así
y si…
¿Te juzgas
cuando la imagen
que tienes de ti
se diluye en sal?
Arden tus ojos
cuando te lavas
los ojos con el agua
salada de tus juicios.
Buscas a amigos
fieles como tú…
Pero, ¿qué pasaría
si eres tu peor enemigo?
¿Por qué esperas
un trato excepcional
del que te mira,
si cada que te miras
ignoras que te lastimas?
Ahora,
si tienes la sabiduría
para observarte
y curarte
cada que
te miras
¿Qué sucedería si en vez de lastimarte,
observas tus conductas?
¿Qué pasaría?
Observar significa estar consciente…
Consciencia significa estar dispuesto
a cambiar cada que observas una conducta destructiva.
El cambio significa interiorizar lo observado
y actuar como tu mejor amigo.
Sí, el mejor amigo
que puedes tener eres tú mismo.
¿Por qué buscas en tu exterior
algo que primero debe surgir de tu interior?