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Salud: La obesidad y los contaminantes químicos.
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De: Marti2 (Mensaje original) |
Enviado: 15/01/2012 04:13 |
La obesidad y los contaminantes químicos.
Sustancias químicas como los ftalatos, el bisfenol A, el tributil estaño, el hexaclorobenceno, los PCBs, así como el DDT y otros pesticidas, entre muchas más sustancias, podrían tener que ver , en mayor o menor medida con la epidemia de obesidad que se crece y crece en el mundo sin que nada la frene. Muchos científicos así lo creen.
Los factores de riesgo de obesidad podrían no ser solo los que convencionalmente se dicen, como la mala alimentación o el sedentarismo.
En el planeta habría hoy en torno a 1.000 millones de personas con sobrepeso y unos 300 millones con obesidad. En países como Estados Unidos más del 20% de los adultos serían obesos y el 30% tendrían sobrepeso. Las tasas son igualmente altas en otros muchos países, preocupando el incremento brutal de las tasas de obesidad infantil.
Además, los expertos alertan acerca de un dramático incremento de las tasas de obesidad a lo largo y ancho del planeta. Y, claro, de todas las enfermedades que vienen de la mano o están asociadas a la obesidad en mayor o menor medida. Todo incide en el incremento del riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. La obesidad está vinculada en mayor o menor medida , al origen o empeoramiento de las más diversas dolencias o problemas ( diabetes tipo 2, hiperinsulinemia, resistencia a la insulina, enfermedades coronarias, alta presión sanguínea, gota, enfermedad hepática, asma, problemas pulmonares, enfermedad vesícula biliar, enfermedad renal, problemas reproductivos, osteoartritis, algunos cánceres,...).
Es decir, la obesidad es un problema sanitario de muy primer orden.
TÓXICOS "OBESÓGENOS"
Junto a otros muchos efectos que tienen las sustancias contaminantes, está creciendo ultimamente el número de estudios científicos que ligan la obesidad a la exposición a las más diversas sustancias químicas. Según esta corriente científica , de algún modo, los tóxicos "engordan".
En lo que vamos a ver acaso pueda haber cierta explicación al hecho del fracaso de ciertas dietas y otras cosas que suelen hacerse para intentar adelgazar.
Es probable que si realmente se quiere hacer algo para frenar el avance de la epidemia de obesidad, deban ser considerados otros factores, aparte de los más manidos de cierta clase de alimentación y falta de ejercicio.
¿Que investigaciones científicas son estas que aluden al posible papel obesógeno de los tóxicos?. En el Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental hemos hecho un repaso que ofrecemos a continuación (esperamos que el Ministerio de Sanidad tome buena nota de ello):
Una de ellas se publica en revista Environmental Health Perspectives ,115, 2007, y asocia las concentraciones urinarias de metabolitos de algunos tipos de ftalatos, un grupo de sustancias muy frecuentes en el mundo moderno (presentes desde en perfumes, a plásticos, pasando por cosméticos, champués, etc.) con la obesidad y la resistencia a la insulina que precede al desarrollo de la diabetes. Si tenemos en cuenta lo cotidiana que es la exposición a estas sustancias nos daremos cuenta de las posibles implicaciones. El resultado fué que cuatro metabolitos se asociaron con un aumento de la circunferencia de la cintura (MBzP, MEHHP, MEOHP, y MEP) y tres con la resistencia a la insulina (MBP, MBzP, y MEP). En definitiva, se hallaron correlaciones estadísticamente significativas entre las concentraciones de ftalatos con la obesidad y la resistencia a la insulina. Por tanto , concluyen los autores, los "resultados sugieren que la exposición a estos ftalatos puede contribuir a la carga poblacional de obesidad y resistencia a la insulina, y otros trastornos clínicos asociados". (Ver en: http://www.ehponline.org/docs/2007/9882/abstract.html y en esta misma web en: http://www.fondosaludambiental.org/?q=node/206 ). Sobre esto es interesante también leer en la misma revista científica es: Pthalates and metabolism: exposure correlates with obesity and diabetes in men (Envir. Health Perspectives 115, 2007 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1892143/ ). Es interesante también otro estudio ( Association of urinary phthalate metabolite concentrations with body mass index and waist circumference: a cross-sectional study of NHANES data, 1999–2002 http://www.ehjournal.net/content/7/1/27 ) publicado en Environmental Health 2008, 7:27.
Environmental Healh Perspectives , número 117, 2009, contiene otro estudio que describe efectos semejantes de sustancias como el DDE y algunos PCBs. En concreto la exposión intrauterina tenía estos efectos en los niños de pocos años de edad. (Ver: http://www.ehponline.org/members/2008/0800003/0800003.html ).
En otro número de EHP un artículo se centra en los efectos de un tipo concreto de PCBs, el PCB 77 (Ver:http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2430232/ )
Otro estudio en la revista Acta Pediátrica (2008) muestra como la exposición prenatal al hexaclorobenceno , un fungicida muy usado para matar hongos de semillas y en procesos industriales, está asociado a un crecimiento del índice de masa corporal infantil. El estudio se realizó analizando el contenido de este tóxico en madres de la isla de Menorca. Tener el doble de HCB implicaba un 170% más de riesgo de sobrepeso. Los autores del estudio sugieren que evitar o reducir exposición a HCB puede prevenir el sobrepeso y la obesidad. Además la exposición prenatal a esta sustancia podría estar asociada también a alteraciones en las edades de menarquia y menopausia , el asma y la fertilidad, así como incrementar el riesgo de que los niños padezcan déficit de atención con hiperactividad.(Ver referencia en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18665907 y en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2599778/ )
La revista Birth Defects Research 73, 2005, habla de los efectos que puede tener la exposición durante el desarrollo a compuestos que son contaminantes estrogénicos , y muestra como la exposición de ratonas preñadas a niveles muy bajos del diestilestilbestrol (DES) , sustancia tenida como referencia de estos efectos, produce casos de obesidad grotesca cuando las crías llegan a adultas. (Ver en http://www.ourstolenfuture.org/NewScience/obesity/2005/2005-0615newboldetal.html )
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De: Marti2 |
Enviado: 15/01/2012 04:13 |
La International Journal of Andrology ,31, 2008, comenta también los efectos de los disruptores hormonales sobre la obesidad (Effects of endocrine disruptors on obesity), La publicación hace una revisión de la bibliografía científica , como la de los estudios realizados sobre el tema con el DES con ratones y como podría afectarse la diferenciación de los adipocitos y la homeostasis del peso. Indican los autores que la "prevención y evitación de la exposición a estas sustancias" podría contribuir a frenar el incremento de las tasas de obesidad. Cita estudios que aluden a diversas sustancias que podrían estar involucradas: pesticidas, PCBs, PBBs, ftalatos, bisfenol A, metales pesados, disolventes,... Aluden a estudios con el TBT que muestran como puede afectarse el normal desarrollo y los controles homeostaticos de la adipogénesis y el balance energético (llevando a la obesidad) , o como sustancias como el bisfenol A o el nonilfenol podrían afectar a la diferenciación de los fibroblastos en adipocitos contribuyendo al sobrepeso y la obesidad, o como estudios con células pancreáticas muestran como dosis ambientales de bisfenol A pueden alterar la regulación metabólica de la glucosa y los lípidos. Y recuerdan como los disruptores hormonales afectan al equilibrio natural de los estrógenos, andrógenos, progesterona, tiroides, hipotálamo, pituitaria,... de modo que pueden causar desarreglos muy diversos. Que puede interferirse los procesos que garantizan la homeostasis (equilibrio) del peso, alterar la sensibilidad a neurotransmisores y/o alterar el sistema nervioso simpático y que por caminos como estos pueden materializarse trastornos (Ver en: http://www3.interscience.wiley.com/cgi-bin/fulltext/119398213/PDFSTART )
La revista Molecular Nutrition and Food Research , 51, 2009, recogía otro artículo (titulado "Perinatal exposure to environmental estrogens and the developtment of obesity") sobre el mismo asunto. También hacía una revisiónn de la literatura científica existente sobre el tema, con conclusiones semejantes a laas anteriores (Ver en: http://www3.interscience.wiley.com/journal/114286096/abstract )
Estudio en la revista Endocrinology 147 (6) en 2006 , ligaba la presencia de compuestos organoestánnicos (del tipo del TBT , tributilestaño, tributyltin en inglés) , usadas en pinturas para barcos , para evitar la adherencia de las algas, así como en otros tipos de pinturas y productos para la madera como antifúngicos,etc. (Ver artículo en: http://endo.endojournals.org/cgi/content/full/147/6/s50 )
En Toxicological Letters , 159 , 2005, el artículo "Environmental chemical tributyltin augments adipocyte differentiation" , dice que ya previamente se había visto que la intoxicación aguda con organoestánnicos inducía hiperglicemia y que estos compuestos afectaban al tejido adiposo. El artículo señalaba que pueden ser "uno de los comtaminantes ambientales que lleven a una excesiva acumulación de tejido adiposo , la cual puede resultar en obesidad" ( Ver en: http://www.sciencedirect.com/science?_ob=ArticleURL&_udi=B6TCR-4GHBPBT-1&_user=10&_rdoc=1&_fmt=&_orig=search&_sort=d&_docanchor=&view=c&_searchStrId=1111428032&_rerunOrigin=google&_acct=C000050221&_version=1&_urlVersion=0&_userid=10&md5=1f1a35ffea29c7d526f09bba6fafd51c )
La revista Molecular Endocrinology 20, 2006, alude también en un estudio ("new models of action for endocrine-rupting chemicals" a como estos contaminantes pueden estar ligados a la epidemia de obesidad. Habla de contaminantes como el TBT y de como niveles nanomolares , esto es, de milmillonésimas partes de gramo, y por tanto muy "relevantes ambientalmente" (o , lo que es lo mismo, a los que solemos vernos expuestos de contínuo, en los rangos de concentración en que estas sustancias son detectadas en los cuerpos de amplios sectores de la población humana), pueden tener efectos notables. Entre los efectos apiuntados está el de poder inducir en animnales de laboratorio la diferenciación de los adipocitos y ,por tanto, tanto este como otros contaminantes, ser obesógenos( Ver en: http://mend.endojournals.org/cgi/content/full/20/3/475 )
Un trabajo en la revista Occupational and Environmental Medicine, 66, 2009 , asocia los niveles maternos de DDE, un metabolito del famoso pesticida DDT, que sigue bien presente en la mayoría de nuestros cuerpos, con el peso y el íncide de masa corporal en las féminas nacidas, al llegar a adultas. El estudio se realizó con mujeres que comían pescado del lago Michigan , sobradamente conocido en los estudios de contaminación, y se concluía que "la exposición prenatal al DDE , un disruptor endocrino, puede contribuir a la epidemia de obesidad en la mujer". La descendencia femenina adulta pesaba casi 6 kilos más si sus niveles de DDE habían sido entre 1,5 y 2,9 (esto es, microgramos por litro de sangre,millonésimas de gramo) y más de 9 kilos más si sus madres tenían más de 2,9 µ/l. (Ver en: http://oem.bmj.com/content/66/3/143.short )
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De: Marti2 |
Enviado: 15/01/2012 04:14 |
También se alude a efectos semejantes posibles en sustancias como el Bisfenol A o el nonilfenol, que podrían promover la diferenciación de los adipocitos (células grasas). Por ejemplo, en la Journal of Lipid Research 43, 2002, se analiza el papel que el bisfenol A podría tener en el aceleramiento de la conversión de fibroblastos en adipocitos en animales de laboratorio. (Ver: http://www.jlr.org/cgi/content/abstract/43/5/676 )
También es muy interesante, por la síntesis de referencias que hace, el trabajo publicado en la Journal of Alternative and Complementary Medicine , 8, 2002, uno de los primeros que se publicaron sobre el tema y que hace notar además cosas como la coincidencia entre la epidemia de obesidad y el incremento de la fabricación y uso de una serie de sustancias que nos llegan como contaminantes a través de la comida, el aire o la piel. Una de las cosas más interesantes que apunta es como ya desde los años 70 se veía en muchos estudios sobre tóxicos en animales una cosa en la que no se reparaba demasiado, ya que se buscaba constatar otrpos efectos, como el riesgo de cáncer, por ejemplo. Era un efecto que muchas veces ni se consignaba en los resúmenes finales de las investigaciones aunque sí en el texto precedente que mostraba lo observado al exponer animales de laboratorio a estas sustancias. Y es que se veía que los animales, normalmente roedores, engordaban. Ello se habría visto con sustancias tales como DDT, endrín, lindano, hexaclorobenceno, organofosforados, carbamatos, PCBs, PBBs (polibromobifenilos), ftalatos, bisfenol A, metales pesados (como cadmio y plomo) , disolventes,... Y tampoco olvida referirse a los posibles efectos de otras ccosas como las hormonas que pueden estar presentes en la carne de ganado tratado con hormonas (precisamente para engorde) (Ver en: http://www.liebertonline.com/doi/pdf/10.1089/107555302317371479 )
La revista Toxicological Sciences 76, 2003, en el artículo "Endocrine disruptors and the obesity epidemic" se apuntaba como en EE.UU. un 13% de los niños de 6 a 11 años y un 14% de los adolescentes de 12 a 19 años tenían sobrepeso. Y como la tasa se había triplicado een 20 años. Dejaban claro que ante la dificultad de tratar estos problemas lo mejor era prevenir y se hacía hincapié, ante todo, en las exposiciones químicas dentro del útero materno. Para estos científicos esta meridianemente claro que la genética no puede explicar lo que sucede y que la epidemia de obesidad coincide, como antes se decía, con la irrupción del uso a gran escala de numerosas sustancias que podrían estar interfiriendo el sistema orgánico ligado al control del peso corporal o alterando cosas como el sistema nervioso simpático. Citaban tóxicos como el bisfenol A, el 4-nonilfenol, y otros muchos. Insistían en la importancia de las bases fetales de enfermedades adultas. Y la recomendación que hacían era la de reducir la exposición pre-natal a estas sustancias. (Ver en: http://toxsci.oxfordjournals.org/cgi/content/full/76/2/247 )
Como vemos en este repaso que hemos hecho en el Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental, ni siquiera exhaustivo, existen indicios más que serios que muestran que la obesidad en una medida mayor o menor podría estar ligada a la presencia en nuestros cuerpos de una serie de sustancias químicas contaminantes, especialmente cuando nos expusimos a ésas sustancias dentro del útero de nuestras madres.
En cumplimiento de la máxima de que más vale prevenir que curar, las autoridades sanitarias debieran estar alertando acerca de estas cosas a la población o al menos promoviendo seriamente que se avance en su mayor estudio. Sin embargo no se hace. De hecho, hasta donde tenemos conocimiento este texto que acaban de leer en nuestra web es una de las más importantes y completas aportaciones divulgativas publicada hasta ahora en España para alertar acerca de este tema, fuera de las frecuentes aportaciones hechas por científicos de prestigio como Miquel Porta, del IMIM.
Desde aquí hacemos un llamamiento a las autoridades sanitarias para que actúen previniendo la obesidad más allá de las cuatro cosas archiconocidas y sobre las que se llevan ya años y años insistiendo sin haber puesto freno a la epidemia en marcha.
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Otras cosas de interés en:
Diabetes y tóxicos
http://www.fondosaludambiental.org/?q=node/283
Environment and obesity in the National Children´s Study (Envir. Health Perspect. 117 , 2009
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2649214/ )
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De: Marti2 |
Enviado: 15/01/2012 04:16 |
Adelgazamiento "tóxico" (International Journal of Obesity)
El adelgazamiento puede aumentar la concentración de sustancias tóxicas en la sangre.
En esta web ya hemos detallado como la presencia de algunos contaminantes químicos en el cuerpo humano puede estar ligada al desarrollo de la obesidad (ver: Obesidad ). Pero es que, además, y es lo que muestra el estudio científico del que ahora hablamos, estos contaminantes químicos también pueden ser un problema a la hora de adelgazar, a consecuencia de que ése adelgazamiento genera que los tóxicos pasen a la sangre desde las grasas que se destruyen.
El tema en realidad se sabía o suponía hace mucho, por puro sentido común o por observaciones diversas. Si muchos contaminantes químicos se acumulan en las grasas, parecía evidente que al destruirse estas , los contaminantes se liberasen.
Lo "gracioso" del tema es que los tóxicos, unidos a otros factores en mayor o menor medida, no solo podrían generar la obesidad sino que, además, podrían producir problemas a las personas que intentan librarse de ella. No entramos en hasta que punto los beneficios de la pérdida de peso puedan superar o no los posibles perjuicios de lo que se comenta, pero sí en el hecho de que esto es otro dato que indica que a la hora de afrontar el problema de la pérdida de peso y de la obesidad en conjunto, no puede dejarse de considerar la presencia de ésos contaminantes químicos. No solo ya a la hora de prevenir la obesidad como sugieren otros estudios citados en esta web (ver: Obesidad ) sino incluso a la hora de tratarla una vez ya existe. En cualquier caso, lo que evidenciaría todo esto es que siempre sería preferible prevenir que curar. Que reducir la entrada de tóxicos en nuestros organismos podría tener efectos positivos tanto en la prevención de la obesidad como en minimizar una serie de problemas que pudieran estar ligados a los procesos de adelgazamiento.
Pero vamos a la investigación que ahora nos ocupa. La International Journal of Obesity ha publicado un estudio titulado Inverse associations between long-term weight change and serum concentrations of persistent organic pollutants ( en castellano: Asociaciones inversas entre el cambio de peso a largo plazo y las concentraciones séricas de contaminantes orgánicos persistentes). (Ver online: http://www.nature.com/ijo/journal/vaop/ncurrent/abs/ijo2010188a.html ). Lo que dice es que hay una relación inversa entre los que ganan o pierden peso a largo plazo y la concentración de contaminantes que se miden en su sangre. Los que ganan peso durante un tiempo, tienen menos contaminantes en sangre, y los que lo pierden tienen más. Esta mayor concentración de tóxicos pudiera causar determinados daños en los órganos de las personas que adelgazan.
En la investigación han colaborado especialistas de Medicina Preventiva, Medicina Ambiental y Ocupacional , Epidemiología y Nutrición, de las Universidades de Kyungpook y Eulji (Korea) , Minnesota (EE.UU.) y Oslo (Noruega) , basándose en los datos sobre 1099 personas de Estados Unidos procedentes de la National Health and Nutrition Examination Survey.
Se apunta como estudios anteriores mostraban vínculos entre la pérdida de peso y mayor riesgo de determinados problemas cardiovasculares o de demencia, entendiendo que acaso el mayor contenido de tóxicos en sangre pudiera ser una explicación.
Los contaminantes medidos en este estudio son algunos pesticidas como trans-nonaclor, p,p´,diclorodifenildicloroetileno (DDE, un metabolito del DDT), o beta-hexaclorociclohexano, y contaminantes industriales como PCB 169, PCB 180 y 1, 2, 3, 4 , 6, 7, 8, y heptaclorodibenzo-p-dioxina.
Ver más en:
http://www.nature.com/ijo/journal/vaop/ncurrent/abs/ijo2010188a.html
http://www.abc.net.au/science/articles/2010/09/08/3005218.htm
http://www.medicalnewstoday.com/articles/200384.php
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De: Marti2 |
Enviado: 15/01/2012 04:17 |
Concentraciones de metabolitos de ftalatos en orina y obesidad
Una investigación publicada en la revista Environmental Health Perspectives asocia las concentraciones urinarias de metabolitos de ftalatos con la obesidad y la resistencia a la insulina que precede al desarrollo de la diabetes. Si tenemos en cuenta lo cotidiana que es la exposición a estas sustancias nos daremos cuenta de las posibles implicaciones.
El estudio es Concentrations of urinary phtalate metabolites are associated with increased waist circunference and insulin resistance ( Stahlhut et al. Environm Health Perspect, Vol 115, Num 6, Jun 2007)
En la publicación , realizada por personal de la Universidad de Rochester, se apunta como se sabe que los ftalatos alteran la función testicular en los estudios realizados con roedores y como han sido asociados con efectos antiandrogénicos en los seres humanos, incluyendo el descenso en los niveles de testosterona.
Unos bajos niveles de testosterona en los varones humanos han sido asociados a una mayor prevalencia de la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes.
Una vez más, este estudio pudo ser realizado gracias a la monitorización de los niveles de ftalatos en los varones realizada dentro del seguimiento de la presencia de diversas sustancias en los organismos de la población americana realizada dentro de la National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) 1999-2002.
Los metabolitos de ftalatos medidos fueron mono-butil ftalatos (MBP), mono-etil ftalato (MEP), mono-(2-etil)-hexil ftalato (MEHP), mono-bencil ftalato (MBzP), mono-(2-etil-5-hydroxyhexyl ) ftalato (MEHHP), y mono-(2-etil-5-oxohexyl) ftalato (MEOHP).
El resultado fué que cuatro metabolitos se asociaron con un aumento de la circunferencia de la cintura (MBzP, MEHHP, MEOHP, y MEP) y tres con la resistencia a la insulina (MBP, MBzP, y MEP).
En definitiva, se hallaron correlaciones estadísticamente significativas entre las concentraciones de ftalatos con la obesidad y la resistencia a la insulina.
Por tanto , concluyen los autores, los "resultados sugieren que la exposición a estos ftalatos puede contribuir a la carga poblacional de obesidad y resistencia a la insulina, y otros trastornos clínicos asociados".
Volvemos a insistir que los niveles de ftalatos de los que se habla son niveles que se encuentran cotidianamente en la población. Con frecuencia se habla de niveles poco más que detectables, frente a niveles indetectables o casi indetectables. No se habla pues de niveles especialmente altos. Y ello hace más relevantes los datos obtenidos. Los ftalatos son sustancias con un uso extraordinariamente extendido (ver ,por ejemplo, este texto en esta misma web)
La obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes son desórdenes metabólicos interrelacionaados cuya prevalencia ha crecido mucho en las dos últimas décadas.
Sobre los vínculos entre la obesidad masculina y el efecto antiandrogénico de los ftalatos , se apunta que la testosterona afecta a la distribución de grasa y a la sensibilidad a la insulina en varones (en las mujeres son ,obviamente, otros los mecanismos). En la investigación de la que hablamos se alude a diversas investigaciones que muestran como los niveles de testosterona afectan al metabolismo de las grasas, a la obesidad, a la resistencia a la insulina y a la diabetes. Por ejemplo, se cita lo visto en hombres que reciben tratamiento por el cáncer de próstata y a los que se les hace bajar los niveles de andrógenos (se ve en ellos como crece el nivel de glucosa, la grasa total y la prevalencia del síndrome metabólico).
Es realmente interesante esta vinculación de hipoandrogenismo y obesidad.
El estudio apunta como los niveles de testosterona han decrecido en los últimos tiempos en la población americana, lo cual podría deberse, en ,mayor o menor medida, a factores como la exposición universal a ftalatos.
Se insiste en que las dosis de estas sustancias que pueden producir estos efectos pueden ser muy bajas, poniendo en cuestión la tesis, más o menos extendida en ciertos ambientes, de que a más dosis más respuesta.
Tampoco olvida este estudio aludir al efecto cóctel, de otras muchas sustancias que podrían tener efectos en esta cuestión , además de los ftalatos y a los que también nos vemos cotidianamente expuestos (PCBs, dioxinas, pesticidas,...)
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De: Marti2 |
Enviado: 15/01/2012 04:18 |
El Bisfenol A afecta al transporte de glucosa en células grasas de ratones
primero como los contaminantes químicos ambientales , cada día más omnipresentes en los cuerpos humanos pueden tener que ver con la incidencia de la obesidad. Las concentraciones en sangre de algunos de estos productos químicos han sido asociadas al inicio y la tasa de incidencia de la diabetes mellitus.
Entre los efectos de alteración hormonal de contaminantes de este tipo se ha registrado la resistencia a la insulina y la distribución de la grasa corporal.
Uno de los contaminantes con efecto de alternación hormonal que más ha sido estudiado, y en el que se centra este estudio, es el bisfenol A.
Para estudiar los efectos ambientales de estas sustancias químicas en el metabolismo de la glucosa, se estudió el efecto de diferentes concentraciones de bisfenol A en el transporte de glucosa de los adipocitos 3T3-F442A de ratones.
La conclusión fué que el bisfenol A afecta al transporte de glucosa en adipocitos, y que los contaminantes ambientales pueden afectar a la diabetes y la obesidad.
ESTUDIO COMPLETO EN:
Bisphenol A affects glucose transport in mouse 3T3-F442A adipocytes. Sakurai et al (2004). British Journal of Pharmacology 141, 209-214
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De: Marti2 |
Enviado: 15/01/2012 04:19 |
Exposición a hexaclorobenceno en embarazo y riesgo de sobrepeso en niños de 6 años
Smink et al.Exposure to hexachlorobenzene during pregnancy increases the risk of overweight in children aged 6 years. Acta Paedriatica 2008 Oct;97(10):1465-9.
Este estudio se hizo para saber si la exposición prenatal al hexaclorobenceno (HCB) tenía efectos adversos potenciales sobre el peso del niño y el índice de masa corporal (IMC) en los niveles de exposición a esta sustancia que pueden darse en la población general, sin necesidad de hablar de exposición a fuentes más o menos importantes de contaminación local.
Es decir, estamos de nuevo ante uno de los numerosos estudios realizados para determinar el efecto de los niveles "bajos" de exposición a sustancias que son más generales en la población.
Se estudiaron datos recabados en madres de la isla española de Menorca , tomándose muestras de la sangre del cordón umbilical de 482 niños para registrar los niveles de hexaclornobenceno (HCB). Se midieron el peso y la talla al nacer y cuando los niños tenían 6 años y medio de edad.
El resultado fue que los niños con niveles de HCB por encima de 1,03 ng / ml en sangre del cordón umbilical fueron 1,14 kg (0,38) más pesados y tenían un mayor IMC (beta = 0,80 (0,34)) que los niños con niveles de HCB por debajo de 0,46 ng / ml.
Estadísticamente no se hallaron asociaciones significativas en la altura.
Los niños en el grupo de mayor exposición al HCB tenían un riesgo mayor de 2,5 y 3,0 de sobrepeso y obesidad.
Los niños de peso normal de las madres también presentaron un mayor riesgo de tener un IMC más elevado con el aumento de las concentraciones de HCB en suero de cordón.
En definitiva, se vio que la exposición prenatal a HCB se asociaba con un aumento en el índice de Masa Corporal y el peso a la edad de 6,5 años.
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De: Marti2 |
Enviado: 15/01/2012 04:20 |
La presencia de residuos organoclorados (como los de algunos pesticidas) en las embarazadas podría causar obesidad en los hijos (Environmental Health Perspectives 2010)
Una investigación científica , publicada en la revista Environmental Health Perspectives (EHP), ha vuelto a asociar tóxicos a los que los niños se exponen, aún a niveles bajos, cuando todavía están desarrollándose dentro del seno materno, y la obesidad después de nacer.
El estudio tomó muestras de sangre de más de 500 mujeres de Sabadell, en la provincia de Barcelona. Se hizo un seguimiento a partir de las 4 semanas de embarazo y se vió que las que tenían niveles algo más altos de DEE, un contaminante metabolito del famoso DDT, tenían mucha más probabilidad de tener hijos con un mayor índice de masa corporal después del año de vida.
La vía de llegada de este contaminante a los cuerpos de las madres es básicamente la alimentación. Puede llegar a través alimentos como la carne, los lácteos, el pescado , las frutas y las verduras
El estudio al que aludimos es éste:
Michelle A. Mendez, Raquel Garcia-Esteban, Mónica Guxens, Martine Vrijheid, Manolis Kogevinas, Fernando Goñi, Silvia Fochs, Jordi Sunyer. Prenatal Organochlorine Compound Exposure, Rapid Weight Gain and Overweight in Infancy. Environmental Health Perspectives, 2010; DOI: 10.1289/ehp.1002169
http://www.infanciaymedioambiente.org/presentacion-inma/noticies_es/56/algunos-productos-quimicos-contribuyen-a-la-obesidad-del-nino http://www.sciencedaily.com/releases/2010/10/101006115745.htm http://ehp03.niehs.nih.gov/article/info%3Adoi%2F10.1289%2Fehp.1002169
Fuente:
http://www.fondosaludambiental.org/?q=node/204
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