Existen seres auténticos, que se muestran tal cual son y nunca llevan a engaño. En su compañía, resplandece la luz, se ensancha el espíritu y se esponja la existencia, mucho más transitable con ellos en el camino.
Existen seres que envidian el brillo que tienen otros y consideran que lo merecen ellos. Cuando se les ofrece la información para obtener la luz, huyen despavoridos: no desean cargar con el trabajo que se esconde en la trastienda.
Existen seres que, al mirarnos, nos dan la vida, la confianza y la calma. Si nos tocan o nos hablan, ya nunca somos los mismos. A su lado, se aprende y, lo que es más importante, se ama.
Existen seres que son poco nobles, que soslayan el acercamiento que hermana. Son seres pusilánimes que, a escondidas, vigilan todos los pasos de otros, hacen lo que hacen ellos para, después, darse el bombo del triunfo individual sin señalizaciones previas.
Isabel Martínez Barquero
Nati