Frenemos la mayor amenaza a la libertad de Internet
ACTA podría autorizar a las grandes corporaciones a vigilar todos nuestros movimientos en la web. La semana pasada más de tres millones de usuarios ayudamos a frenar, desde la gran comunidad global de movilización online Avaaz, las funestas leyes pro-censura estadounidenses.
Si actuamos ahora, podemos lograr que el Parlamento Europeo entierre esta nueva amenaza que nos acecha a todos y que hoy han impulsado la mayoría de gobiernos de la UE con la firma del tratado que el Parlamento Europeo puede tumbar. El equipo de Avaaz ha hecho un llamamiento a los ciudadanos digitales de todo el mundo para que firmen por la libertad y contra el ACTA.
Queridos amigos y amigas,
Un nuevo tratado global podría autorizar a las grandes corporaciones a vigilar todos nuestros movimientos en la web. La semana pasada 3 millones de nosotros ayudamos a frenar las funestas leyes pro-censura estadounidenses. Si actuamos ahora, podemos lograr que el Parlamento Europeo entierre esta nueva amenaza que nos acecha a todos:
La semana pasada, tres millones de nosotros contribuimos a frenar el ataque de EE.UU. a nuestra web. Pero nos enfrentamos a una amenaza aún más grande, y nuestro movimiento global por la libertad de Internet está perfectamente equipado para eliminarla de una vez por todas.
El ACTA es un tratado global que permitiría a las compañías censurar Internet. Negociado en secreto entre un puñado de países ricos y los grandes poderes corporativos, este acuerdo crearía un opaco organismo anti-falsificación que autorizaría la vigilancia, por parte de poderosos intereses privados, de todo lo que hacemos online. Este acuerdo también les permitiría imponer sanciones durísimas, incluyendo penas de prisión, contra cualquier persona que supuestamente perjudicase sus negocios.
En estos momentos la Unión Europea está decidiendo si ratificará el ACTA, y lo cierto es que sin su participación, este ataque global contra la libertad de Internet fracasará. Sabemos que la UE ya se ha opuesto al ACTA con anterioridad, pero algunos miembros del Parlamento Europeo están titubeando. Démosles el empujón que necesitan para rechazar este acuerdo. Firma la petición — la entregaremos en Bruselas de forma espectacular cuando reunamos 500.000 firmas:
Es indignante. Los gobiernos que representan al ochenta por ciento de los ciudadanos del mundo se hallan excluidos de las negociaciones del ACTA (Acuerdo Comercial Anti-Falsificación), mientras que burócratas nombrados a dedo han trabajado muy de cerca con los lobbies corporativos para diseñar las nuevas reglas y un régimen de aplicación peligrosamente poderoso. El ACTA afectaría inicialmente a EE.UU., Europa y a otros nueve países, y progresivamente se expandiría al resto del mundo. Pero si en este momento logramos que Europa le diga no al ACTA, el tratado perderá impulso y podríá hundirse para siempre.
Bajo estas normas tan estrictas y opresivas, personas en cualquier parte del mundo podrían ser castigadas por actos tan simples como compartir un artículo de periódico, o por subir un video de una fiesta con música protegida por derechos de autor.
Promovido como un acuerdo comercial para proteger los derechos de autor y la propiedad intelectual, ACTA también podría prohibir la comercialización de medicinas genéricas vitales, impidiendo también el acceso de los agricultores a cierto tipo de semillas que necesitan. Y, como si esto fuera poco, el comité del ACTA tendría carta blanca para cambiar sus reglas y tipos de sanciones, sin estar sujeto a ningún tipo de control democrático.
Los grandes intereses corporativos están presionando fuertemente para que se apruebe el ACTA, pero el Parlamento Europeo se encuentra en su camino. Enviemos un fuerte llamado a los parlamentarios para que resistan a los feroces lobbies privados, y se mantengan firmes en defensa de la libertad de Internet.
La semana pasada sentimos la fuerza de nuestro poder colectivo cuando millones de personas nos unimos para frenar el intento en los EE.UU. de aprobar una ley de censura de Internet que hubiera golpeado justo en el corazón de nuestra web. También le mostramos al mundo lo poderosas que pueden llegar a ser nuestras voces. Unámonos una vez más para acabar con esta nueva amenaza.
Con esperanza y determinación,
Dalia, Alice, Pascal, Emma, Ricken, Maria Paz, Luis y el resto del equipo de Avaaz
El Parlamento Europeo puede tumbar el #ACTA que hoy ha firmado España
Aunque la que está tumbada (o lo ha estado) es la web del Parlamento Europeo hay que resaltar que es la única institución europea que puede frenar la ofensiva pro ACTA que impulsan los gobiernos europeos en pleno debate mundial sobre las leyes contra Internet. Véase el nivel y la sensibilidad de la casta gubernamental. Una ofensiva que hoy alcanzaba su punto máximo con la firma del ACTA por la mayoría de países de la UE.
El Parlamento Europeo es la única institución europea elegida por los ciudadanos europeos, en el caso de España por el sistema proporcional de un ciudadano un voto del que no disfrutamos en las elecciones españolas. Allí hay eurodiputados que han trabajado por las libertades digitales sin descanso.
Marietje Schaake recuerda que ya en una ocasión poco faltó para tumbar el ACTA. Fue cuando la mayoría de la izquierda y de los liberales se unieron en defensa de una resolución que al final fue derrotada por 16 votos, pero ayer mismo varios eurodiputados polacos aseguraban que están dispuestos a cambiar el sentido de su voto o a participar de la votación.
Las 26 abstenciones y las 82 ausencias de la votación de 2010 también sugieren que es posible frenar el ACTA en el Parlamento Europeo si a sus señorías les llega el mensaje, como ha llegado en el caso de Polonia, de la importancia de la votación.
Convencer para vencer.
ACTUALIZACIÓN
En el Parlamento polaco tan convencidos están algunos que hoy se han puesto las máscaras de Anonymous para protestar contra la firma secreta o por sorpresa del ACTA. Son los representantes del Movimiento de Janusz Palikot, el partido que daba la sorpresa en las elecciones polacas y se convertía en la tercera fuerza política. Palikot ha establecido vínculos con los liberales del Parlamento Europeo que serán decisivos para tumbar el ACTA que apoyan los populares de Barroso, Sarkozy, Rompuy y Rajoy.
En Polonia se protesta en la calle y en la red para pedir pedir explicaciones al gobierno por autorizar a su embajador a firmar hoy el tratado ACTA en Japón (depositario del acuerdo). En Austria los activistas de Anonymous bloquearon webs institucionales para llamar la atención sobre lo que se avecinaba. El caso es que todos los embajadores de la UE en Tokio, salvo los de Chipre, Estonia, Eslovaquia, Alemania y Holanda, han firmado hoy el ACTA en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.
Vamos con los países europeos cuyos embajadores han firmado: Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovenia, España, Suecia y el Reino Unido.
También ha estampado su firma el Sr. Hans Dietmar Schweisgut,, embajador y Jefe de la Delegación de la Unión Europea en Japón, que ha elogiado el ACTA al tener como objetivo mejorar los mecanismos para luchar contra la infracción de derechos de propiedad intelectual.
El Parlamento Europeo tiene todavía la oportunidad de ratificar o enviar a la basura el tratado. Recordemos que ACTA es un tratado impulsado desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América y tiene la bendición del Obamesías (aunque no se haya ratificado en el Senado todavía), que no sólo aplica penas de carcel a los delitos de la propiedad intelectual, si no que ilegaliza el mero hecho de saltarse una protección.
En Bruselas, el escuadrón de tanques a favor de ACTA lo lideran los señores Barroso y Van Rompuy. Y esta vez no será en alguna comisión como agricultura. Está siendo en la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo (DEVE), “debatiendo” (o mejor comentando) un informe del liberticida digital euroescéptico checo Jan Zahradil.
ACTA funciona así. Si compramos un libro electrónico que incluya esquemas DRM y solo podamos leer en un dispositivo (un libro comprado en Amazon sólo puede leerse en un Kindle), por el mero hecho de intentar pasarlo a nuestro ordenador para leerlo ahí, estaremos cometiendo un delito penado con cárcel. No hay que olvidar que el libro lo hemos pagado, y es nuestro.
Desde La Quadrature du Net han mandado una carta a los miembros del Comité DEVE del Parlamento, en que les informan del proceso seguido para la negociación del tratado basura ACTA, mediante secretismo, sin debate público, ni consultas, ni nada de nada, y que lo hayan hecho funcionarios no electos en nombre de todos los ciudadanos de la UE.
También tienen una página en que se detallan acciones a realizar por nosotros, ciudadanos y contribuyentes, para intentar parar este atropello al sentido común. En ella nos invitan a llamar a los miembros del comité para hacerles saber que:
ACTA convierte a los proveedores de servicio en la policía privada del copyright y les responsabiliza de las acciones de sus clientes
Que impone sanciones penales (carcel) de forma poco clara y por conceptos muy vagos
Que la aprobación de ACTA ha pasado por encima de todo proceso democrático, negociándose a espaldas de ciudadanos y de todos los miembros del parlamento Europeo
Medio millón de ciudadanos ya han firmado contra el ACTA que nos quieren imponer
A todos los miembros del Parlamento Europeo: Como ciudadanos globales comprometidos, les pedimos que defiendan un Internet libre y abierto y rechacen la ratificación del Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA), que destruiría dicha libertad. Internet es una herramienta crucial para que ciudadanos de todo el mundo intercambien ideas y promuevan la democracia. Les instamos a mostrar un verdadero liderazgo mundial y proteger nuestros derechos.
La petición de Avaaz vuela como un ciclón por las redes sociales y los correos electrónicos de miles de ciudadanos que esperan que los eurodiputados se pongan del lado del medio de comunicación de la gente y no de los intereses de unos pocos.
Decían ¡ayer! desde el equipo de Avaaz que “entregaremos en Bruselas de forma espectacular la petición cuando reunamos 500.000 firmas”. Serán muchas más. ¿Ya has firmado?.
El Acuerdo Comercial Anti-Falsificación, más conocido como ACTA, constituye uno de los mayores engaños que ha realizado la Comisión Europea. Mediante negociaciones secretas, empezó a fraguarse como un tratado de comercio que iba a mejorar sustancialmente la competitividad y a estimular la creación de empleo, pero la verdad está muy alejada de la realidad.
La Comisión Europea se ha estado esforzando durante todos estos años para vender ACTA como un tratado de lo más normal, totalmente inofensivo en tanto a derechos civiles, pero siempre ha intentado silenciar cualquier crítica al tratado, al mismo tiempo que ha presionado para imponer su visión ante el Parlamento Europeo, que al final es el organismo que vota para aprobar o rechazar cualquier petición.
Precisamente ahora le toca mover al Parlamento, que en su sesión plenaria de Junio votará sobre ACTA. Los miembros del Parlamento ya están bajo presión, y no sólo por parte de los grupos de la industria del copyright, si no del Directorado de Comercio Internacional, un sub-organismo de la Comisión, el mismo que se encargó de empezar y llevar la negociación de ACTA en el más absoluto oscurantismo durante más de 3 años.
La lista de mentiras, engaños y medias verdades es larga. Por ejemplo, desde la Comisión aseguran que ACTA no es SOPA. Y no lo es, pero es mucho peor. ACTA es el texto base en que se han inspirado las leyes que instauran la censura y coartan libertades y derechos de ciudadanos por todo el mundo, desde la SOPA a la Ley Sinde-Wert, pasando por HADOPI, Digital Economy Bill, Ley Lleras… veamos las más importantes en una lista creada por La Quadrature du Net:
“ACTA es importante para la competitividad exterior, el crecimiento, el empleo y la seguridad de los ciudadanos de la Unión Europea”
ACTA es un producto directo de la ofensiva de los grupos de presión lanzada en 2004 por la Cámara Internacional de Comercio, presidida por el entonces Director Ejecutivo de Vivendi-Universal, Jean-René Fourtou, cuya esposa era la relatora de la Directiva sobre Aplicación de Derechos de la Propiedad Intelectual (IPRED), aprobada ese mismo año en el Parlamento Europeo. Es uno de los ejemplos más claros de intereses privados actuando por encima de decisiones políticas.
Puede que ACTA se haya negociado como otros acuerdos comerciales, pero no es un simple tratado sobre aranceles. ACTA generaliza las sanciones civiles y amplía el espectro de aplicación de sanciones penales.
Obligando a la Unión Europea a adoptar este tipo de modelos obsoletos y aplicando esquemas que se pueden usar como armas para amarrar la competitividad, solo se conseguirá dificultar la innovación, la competitividad y el crecimiento. No solamente en la nueva economía digital, si no en muchos campos que se basan en la transmisión de conocimiento, desde la agricultura (semillas) a la sanidad (medicamentos genéricos).
Nunca se ha hecho un estudio serio sobre la necesidad de adoptar un acuerdo global como éste. La Comisión nunca ha probado que una aplicación de estándares más restrictivos de forma global será beneficioso para el interés público de la UE, y menos para el resto del mundo.
En vez de imponer ACTA a los países en desarrollo, la UE debería ser consciente de las consecuencias de sus políticas actuales en innovación, acceso a la cultura y derechos fundamentales, reformando esas políticas para sentar las bases dse una economía del conocimiento real.
Al contrario de las afirmaciones de la Comisión, la transparencia en la negociación del ACTA solamente se logró una vez que los documentos se filtraron por parte de algunos participantes en la misma, preocupados por las consecuencias de ACTA. Esas filtraciones forzaron a los negociadores a publicar la documentación en la primavera de 2010, más de tres años después de empezar las negociaciones.
La negociación y aplicación de ACTA sortea todas las organizaciones internacionales legítimas donde se discuten temas de copyright, patentes y políticas asociadas como la Organización Mundial de Comercio (WTO) o la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO). Esta acción es completamente inaceptable, considerando que cada vez más países comprenden la importancia de reformar dichas políticas alejándose de la represión.
“ACTA es un acuerdo equilibrado, que provee protecciones adecuadas a los sectores que las necesitan, al mismo tiempo que se mantienen los derechos de los ciudadanos y consumidores.”
Las salvaguardas en el texto son puramente genéricas y declarativas, casi siempre en secciones generales del acuerdo, donde las previsiones de aplicación, muy vagas, son vinculantes para los firmantes. Por ejemplo, un estudio legal de los profesores Kroff y Brown hacen hincapié en que ACTA “refuerza significativamente las medidas de aplicación (especialmente las penales), sin ninguna de las salvaguardas ni excepciones necesarias para asegurar un equilibrio de intereses entre los titulares de los derechos y los usuarios”.
La Comisión dice que ACTA no va más allá del acervo comunitario, pero los expertos legales de la UE han dejado claro que en los puntos importantes si que lo hace: particularmente en las medidas penales, para las cuales no existen precedentes, y en las medidas respecto a fronteras.
El contenido de ACTA puede no ser contrario a la Directiva de Comercio Electrónico, la Directiva sobre el Derecho de Autor (EUCD) o la Directiva sobre Aplicación de Derechos de la Propiedad Intelectual (IPRED), pero las refuerza y evita que los legisladores de la UE puedan enmendarlas en puntos cruciales.
La lógica general de los capítulos digitales de ACTA sientan las bases para tomar medidas extra-judiciales, muy parecidas a las de la SOPA y la PIPA, en las que los titulares de los derechos y los proveedores de servicios, ya sean de Internet o fiscales, “cooperarán” para tomar medidas contra las alegaciones de infracción que se limitan a mecanismos de censura, sorteando los procesos judiciales establecidos y el derecho a un juicio justo.
Esta lectura se reafirma mediante las sanciones penales previstas para los que “ayuden y amparen” las infracciones. Todo ello se hace más claro mediante la estrategia relativa a la Propiedad Intelectual de la Comisión Europea y las revisiones actuales de la IPRED y la Directiva de Comercio Electrónico.
“ACTA trata de aplicar adecuadamente los derechos actuales de la propiedad intelectual, pero no crea derechos nuevos.”
ACTA modifica el espectro de sanciones penales en los estados miembros de la UE, asegurando que se aplicarán en casos de infracción a “nivel comercial”, que se define como “aprovecharse económica o comercialmente de forma directa o indirecta”. Éste término es vago, abierto a interpretaciones y directamente erróneo cuando se trata de determinar el espectro de aplicación proporcionada, así como incapaz de discriminar entre infracción comercial o sin interés de lucro. Las extendidas prácticas sociales, como el intercambio individual de ficheros sin ánimo de lucro, así como la edición de una web informativa o la distribución de herramientas tecnológicas innovadoras, se podrían considerar como “nivel comercial”.
Extendiendo el espectro de sanciones penales para “ayudar y amparar” tales “infracciones a nivel comercial”, ACTA creará herramientas legales que amenazan a cualquier parte participante en Internet. Proveedores de acceso, servicios o alojamiento sufrirán de una peligrosa incertidumbre legal, haciéndoles vulnerables a cualquier litigio con la industria del entretenimiento.
La Presidencia del Consejo de la Unión Europea (que representa a los gobiernos de los 27 estados miembros) tuvo que negociar ACTA conjuntamente con la Comisión Europea. La Presidencia negoció el capítulo de “sanciones penales” de ACTA, que no pudo ser negociada por la Comisión como ley penal como parte de las competencias de los Estados Miembros. Esto ilustra que no existe acervo comunitario en sanciones penales, y prueba que el ACTA modifica las leyes de la Unión Europea.
Más allá de ampliar el espectro de los efectos y aplicación del copyright, patentes y marcas registradas, ACTA establece nuevas reglas de procedimiento en favor de la industria del ocio y el entretenimiento. Dichos procedimientos tienen un efecto disuasorio en potenciales innovadores y creadores, tomando en especial consideración las insensatas previsiones de daños y perjuicios. Durante un juicio, los titulares de derechos podrán presentar su propia lista de daños y perjuicios sufridos.
En el futuro, el espectro de ACTA podrá expandirse fácilmente mediante el “Comité ACTA”. Dicho comité tendrá la autoridad de interpretar y modificar el acuerdo una vez ratificado, proponiendo enmiendas. Este es un proceso legislativo paralelo, que equivale a extender un cheque en blanco a los negociadores de ACTA, y crearía un precedente legal para pasar por encima de cualquier parlamento en el proceso de desarrollar leyes cruciales, lo que es completamente inaceptable en una democracia. Solamente esto justifica la anulación completa de ACTA.
“ACTA actúa de forma amplia, para proteger a todos los creadores e innovadores Europeos, a través de un amplio rango de medidas.”
China, Rusia, India y Brasil, los países en que se produce la mayor parte de artículos falsificados, no son parte de ACTA y han declarado públicamente que nunca lo serán. Tomando en consideración la extendida oposición hacia ACTA, el acuerdo ha perdido cualquier legitimidad en el escenario internacional.
La Comisión sigue ejerciendo la represión, cuando muchas veces la falsificación es, básicamente, un fallo del mercado debido a modelos erróneos e inadecuados por parte de los titulares de los derechos de propiedad intelectual. Al mismo tiempo, no existe ninguna iniciativa de la Comisión Europea que tome un acercamiento positivo acerca de discutir nuevos modelos de financiación para la cultura que se adecuen al nuevo entorno digital.
Los indicadores geográficos – un punto clave para las pequeñas empresas de Europa y su herencia cultural – se excluyen de ACTA. Las pocas referencias geográficas en ACTA tienen poco o ningún efecto en las leyes locales de terceros países.
ACTA es la inspiración de leyes como SOPA o PIPA en los Estados Unidos de América. Es un tratado global que ha sido negociado fuera de los parlamentos pero que cuenta con la intención de ser impuesto en todo el mundo.
La diferencia es que si se aprobara la SOPA, el Congreso de los Estados Unidos de América podría enmendarla o derogarla. Con ACTA, ni los estados miembros de la Unión Europea ni cualquiera de los firmantes del tratado podrán modificar sus leyes de copyright, patentes o derechos de autor, bloqueando cualquier proceso legislativo que modifique en lo más mínimo cualquiera de las leyes restrictivas que convierten a los ciudadanos en delincuentes del Copyright y les aplica penas de cárcel.
Si finalmente se aprueba ACTA, la industria del entretenimiento podrá presionar libremente cualquier sector en Internet bajo la amenaza de sanciones penales. Los intermediarios (ISP por ejemplo) serán forzados a aplicar esquemas de bloqueo, filtrado de comunicaciones y borrado de contenido automatizados, cercenando las libertades de información y expresión de los usuarios de Internet.
La Comisión Europea solicita la cooperación entre los titulares de derechos y los proveedores de servicio de Internet como una forma de “medidas extra-judiciales” o “alternativa a un juicio”. Esto es un traspaso de las funciones de vigilancia y recabar pruebas delictivas desde los cuerpos de seguridad hacia los proveedores de servicio, que serán los responsables de hacer dichas labores. Y no solo eso, si no que también ejercerán de jueces, ya que serán obligados a decidir el tipo de sanción que aplicarán a sus propios clientes.
ACTA debe ser rechazado y enterrado, puesto que es un peligro para Internet y la economía, no solamente en la Unión Europea, si no para cualquier país firmante.