PISCIS
Cuando piscis se enamora, se pierde en un sueño extático, y dado que para piscis sexo y amor son lo mismo, el sexo se convierte en una bella fantasía. Quieres fundirte con tu pareja en un solo ser. Tu carácter fluido, seductor y romántico no distingue límites entre tú y la persona que amas. Sin embargo, muy a menudo, el sueño resulta ser mera ilusión.
Piscis es un romántico incurable para quien el amor y el sexo van entrelazados. Para entregarte al sexo debes enamorarte. Y si te enamoras, evidentemente practicas el sexo. Los dos aspectos confluyen y se unen como los peces de tu símbolo.
Inicialmente, tu pareja sexual creerá que la relación es la materialización de un sueño, puesto que eres un amante poético y lírico. A causa de tu carácter fluido y la inclinación a vivir en un mundo de fantasía, te conviertes en lo que tu amante desea. Cada vez que te enamoras (o deseas, para ti es lo mismo), crees haber encontrado el amor de tu vida. Le confieres cuerpo y alma a la persona amada bajo la influencia del elemento mutable de agua. Sin embargo, los sueños pueden convertirse fácilmente en pesadillas cuando por fin te das cuenta de que no todo es lo que parecía y que la ilusión se hace añicos. Desenredarte te resulta casi imposible, te implicas tanto que resulta difícil liberarte.
Tu carácter acuático te confiere una profunda intuición y solidaridad hacia los deseos ocultos de tu pareja. Sabes lo que piensa y siente, intuyes sus necesidades sexuales y reaccionas a ellas instintivamente. Tu mayor expectativa sexual es fundirte con la otra persona. Te implicas tanto en las relaciones que a menudo olvidas tu persona en tu deseo de convertirte en un solo ser. Como signo mutable de agua, no tiene límites. Puedes diluirte tanto que tu pareja creerá que no hay nada concreto a lo que agarrarse. Eres el signo de agua más fluido y necesitas una pareja para canalizar tus energías profundamente emocionales en una salida sexual, para volver a tu persona, aunque temes la separación que ello conlleva
El irrealista Piscis tiene la habilidad de escoger siempre la pareja más inadecuada y de convertirse rápidamente en una víctima voluntaria del amor. Normalmente ocurre lo siguiente: "no puedo negarme, el/la pobre necesitaba tanto amor"; o: "es tan maravilloso/a, estamos hechos el uno para el otro". Te has enganchado; es la influencia de Neptuno, el planeta de la mayor unión mística. También representa las ilusiones y desilusiones, los sueños y las decepciones. Neptuno oculta la verdad y bajo su influencia eres impresionable y anhelas esa unión mística que sabes que existirá si encuentras a la persona adecuada. Tu habilidad para ver claramente cómo es una persona se esfuma bajo la mirada hipnótica de Neptuno. A menudo, tus esperanzas no son más que miopía.
Tu co-regente Júpiter hincha tus esperanzas y tu optimismo. Con el impulso de Júpiter vuelas de una relación a otra, siempre con la convicción que la última es el amor perfecto que estás buscando. Júpiter hace que te enamores locamente una y otra vez y te permite saltar a una nueva relación cuando la ilusión se desmorona. Pero un día Júpiter ganará y toda la magnificencia del amor será para ti. Neptuno te lleva a la unión mística y por fin sientes que has llegado a casa, a tu hogar.
Tu símbolo son los dos peces nadando en direcciones contrarias. Como signo mutable, Piscis tiene un carácter dual; fluyes hacia donde te lleven las aguas de la emoción. A menudo, las dos partes de tu naturaleza te arrastran en direcciones opuestas y no puedes resistirte.
Como signo dual, no te resulta un problema mantener dos relaciones al mismo tiempo. Así pues, no eres una buena pareja para los signos que exigen lealtad. En tu opinión, hay suficiente amor para repartir. Una aventura extramatrimonial no significa que ames menos a tu pareja, aunque ésta quizás no lo vez del mismo modo. Para ti, todo es parte de amor.
Cuando Piscis se enamora, lo ve todo de color de rosa. Contemplas el mundo a través de una precisa neblina. Todo es maravilloso, perfecto; lo que habías soñado siempre. Te encanta enamorarte. A tu carácter romántico le complacen enormemente los simples rituales del cortejo: las cartas de amor, las flores, los regalos Cuando el cortejo te lleva al matrimonio, el romance no se detiene. Te deleita organizar citas que mantengan viva el aura de misterio y romance. Sin embargo, puedes acabar dependiendo excesivamente de tu pareja y llegar a olvidarte de ti mismo ene l proceso de enamorarte. Piscis puede convertirse fácilmente en una víctima del amor.
Lo sacrificarás todo por la persona amada. Necesitas desesperadamente sentir que te necesitan, por eso te atraen las personas vulnerables y las que buscan ayuda. Desgraciadamente, tu profundo deseo de enamorarte puede cegarte ante las debilidades de aquellos en los que confías. Te enamoras indiscriminadamente y luego culpas a tu pareja de lo que no te percataste o de aquello que pensabas que superarías si tu amor era lo bastante fuerte. Deseas profundamente complacer a tu amante. Ello, junto a la necesidad abrumadora de no herir los sentimientos de tu pareja, te impide cumplir tus promesas. Primero aceptas sin dudarlo, sin pensarlo. Prometerás el mundo si piensas que con ello harás feliz a alguien. Pero cuando eres incapaz de mantener esa promesa, sencillamente esperas que lo habrán olvidado, que desaparecerá de algún modo. Pocas veces llegas a dar explicaciones, puesto que eres incapaz de afrontar la desilusión que refleja el rostro de tu pareja. Como resultado, tu pareja se siente más decepcionada y herida que si no le hubieses prometido nada.
No perteneces a un signo fiel. Tu blando corazón y tu romántico carácter se sienten atraídos por las aventuras amorosas. Dejar una relación te resulta tan difícil que no esperas a terminar con un amor antes de iniciar otro.
La zona erótica de Piscis son los pies. Te encanta que te los acaricien, que te den masajes, o simplemente que te los sujeten; y que te chupen los dedos te sume en un delirio salvaje. Los zapatos puedes convertirse en un fetiche; tocarlos y olerlos te excita.
A causa de tu carácter fluido, no siempre sabes exactamente lo que te gusta, ni te resulta fácil expresar tus necesidades sexuales. Esperas que tu pareja las intuya y las lleve a cabo. Entonces puedes decir "si, es exactamente lo que quería", o "no, no me gusta", aunque probablemente no expresarás esta última opinión en voz alta. Así pues, accedes voluntariamente a las sugerencias y fantasías de los demás. Tiene tendencia convertirte en la víctima de sus antojos, aunque a menudo descubres cosas sobre tu persona: lo que te gusta y disgusta de la vida.
Algo que sin duda te gusta es el romance. Eres adicto a la rutina de los corazones y las flores. Respondes a un amante que te susurra palabras de amor al oído, que te recita poemas eróticos o amorosos y que alaba tu belleza. Un lugar de ensueño, poca iluminación, velas, vino, música de fondo adecuada todo te predispone. Entonces puedes explorar preferencias físicas a través del tacto y de aromas sensuales.
También disfrutas haciendo realidad tus fantasías, cuanto más eróticas y sensuales, mejor. Te encenderá una pareja que se sumerja por completo contigo en este mundo de imaginación.
Te desagrada todo aquello que te lleva bruscamente a la realidad. Todo lo rudo y vulgar interrumpe desagradablemente tu mundo de fantasías. No disfrutas en absoluto de tener que enfrentarte a la realidad cotidiana, ni de asumir responsabilidades o sentir que te obligan. Te escabullirás siempre que puedas. Te sientes culpable de tu escapismo y odias afrontar las consecuencias de tus acciones. Ya sufres bastante angustia interior; si tu pareja quiere una confrontación, te zambullirás en otra dirección.
Tiene una vívida y rica imaginación y a menudo crees que tus fantasías son más reales que el mundo exterior. Tiendes a vivir una vida de "si pudiera", soñando constantemente en lo que podría ser e imaginando la relación perfecta. No sorprende, pues, que la vida cotidiana no esté a la altura de tus sueños y que las relaciones que inicias con tantas esperanzas no cumplan las fantasías promesas que imaginaste.
Dado que habitas en un paisaje interior de fantasía, algunos de tus sueños no pertenece a este mundo. Te sumerges en la mística y la magia. Sientes atracción por el reino de las hadas o por el mundo submarino.
Pero también creas tu propio escenario fantástico. Más de un Piscis ha descrito el episodio de los gránulos de azúcar, la nata montada y la gelatina en el baño. Aparentemente, la gelatina verde resulta muy sensual cuando se disuelve en agua caliente y luego se la deja solidificar representa el océano con el que tanto te identificas. Luego resulta difícil disolverla de nuevo, pero un Piscis emprendedor usa el baño de un hotel y deja que la camarera lo limpie todo después.
A Piscis le encanta el agua y los lugares románticos. Así pues, una suite en un transatlántico de lujo, o en un crucero por el Indico o las islas menos conocidas de Caribe serían ideales. De no ser así, cualquier lugar cercano al agua, especialmente el océano. Puesto que tienes algo de gitano, ¿por qué no una caravana zíngara en el sur de Irlanda o un restaurante romántico con violinista húngaro incluido?
Piscis tiene tendencias a aferrarse al pasado y a los amantes. En realidad, nunca acaba de romper los vínculos, por lo que las relaciones siguen y siguen, sin llegar a terminar nunca. No hay nada que le guste tanto a Piscis como encontrar a un viejo amor y volver a encender la llama de la pasión, por lo menos temporalmente.
Tu vínculo con tus amantes está tan arraigado que te resulta doloroso liberarte. Les dejas, pero regresar una y otra vez. La idea de herir pero regresas una y otra vez. La ida de herir los sentimientos de los demás, especialmente de aquellos a quien has amado, es más de lo que puedes soportar. Por eso monas una comedia y finges que sigues amando mucho después de que ese amor se haya esfumado. Si has sufrido una desilusión, conservaras la esperanza de que todo termine arreglándose.
Si finalmente decides marcharte, probablemente lo harás sin decir una palabra. A Piscis le disgustan enormemente las escenas, a menos que él sea el coreógrafo.
Virgo, tu signo opuesto, es el más crítico de todo el zodíaco. Virgo examina las cosas desde todos los ángulos posibles antes de tomar una decisión, y se asegura de que conoce todos los hechos. Cuando ha analizado todas las posibilidades, Virgo se decide por la más práctica. Esta es una gran habilidad que Piscis debería adquirir. Puede ahorrarte horas de sufrimiento cuando tus ilusiones se desmoronan porque fuiste incapaz de ver lo que era obvio para los demás. Cultiva la energía de Virgo para contrarrestar tu credulidad.