Los Servicios Secretos alemanes revisan cada vez más mails sólo porque contienen lo que ellos entienden por palabras sospechosas como “bomba”, “atentado” o “misil”, según informaba ayer el popular diario “Bild”, que citaba un informe del Bundestag (Parlamento alemán). La noticia no ha sido desmentida, más bien asumida con cierta naturalidad.
El objetivo de los servicios secretos sería detectar posibles comunicaciones de presuntos terroristas o traficantes de armas, así como otro tipo de actividades delictivas que atentan contra la seguridad del país. Según parece los correos electrónicos controlados han sido millones pero el volumen de “aciertos” (información relevante para el objetivo a perseguir) fue de 213 casos.
El partido liberal alemán (FDP), que sostiene a una Merkel sin mayoría absoluta, ha criticado el “sistema” por ineficaz y dudosamente constitucional. Para los liberales, un primer paso sería la abolición del Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD) y verificar en general los poderes de todas agencias de seguridad alemanas, muy especialmente en relación con las tecnologías de las que hacen uso. De abandonar el gobierno no han dicho nada. A pesar de que la lista de palabras “clave” rastreadas por los servicios secretos incluye miles de términos. Lo rastrean todo, vaya.
Danacreilli