Tu vida es
importante, tu ocupas un lugar en el orden universal, tu te encuentras
aquí, y ahora, cumpliendo una misión fundamental para quienes giran a tu
alrededor; todo lo que tu haces o dices, deja de hacer o de decir,
influye o afecta positiva o negativamente en alguna otra persona. Tu
tienes una gran responsabilidad en el orden del universo. Nada es
intrascendente, nada es en vano. Piénsalo.
Cada persona que
conoces y con quien te relacionas, trae consigo una lección importante
para ti, algo que vale la pena aprender o algo que deberíamos evitar. No
somos jueces, ni fiscales, ni supervisores de la vida de los demás,
aprendamos discretamente la lección que cada ser humano representa,
aprovechemos lo bueno de cada quien y procuremos evitar lo negativo,
pero sin emitir juicios. Mejoraremos cada día un poco más.
Tu eres el
conductor, el guía, el faro y la brújula de tu vida; tu eres el
presidente ejecutivo de esa importante empresa que es tu vida; tu eres
además el motor y la hélice para el desarrollo, avance y crecimiento de
tu vida. Hazte responsable de lo que dices o dejas de decir, actúa con
responsabilidad en lo que haces o dejas de hacer. Tu vida sólo depende
de ti mismo y tu posees , en tu interior, las capacidades suficientes
para hacerla feliz y agradable, tanto como te lo propongas y desees
serlo.
