Gracia
Lunes
02 de Abril 2012
No existe lugar que esté más allá del amor de Dios.
Como parte de la creación de Dios, soy bendecido con el regalo de la gracia. Ésta me es conferida incondicionalmente, sin necesidad de que tenga que ganarla ni de probar que la merezco. Como el padre que corrió al encuentro del hijo pródigo que regresaba a casa, Dios me recibe cuando busco Su reino.
Todavía más, la gracia está activa en mí aun cuando no la busque conscientemente. No hay lugar en mente ni corazón que esté más allá del amor de Dios.
La gracia es visible en mi vida cuando las consecuencias de un error son más leves de lo que podrían haber sido. Es tangible cuando soy bendecido más allá de lo que puedo imaginar. Gracias, Dios, por el don de la gracia.
Sé que siempre estoy a tu cuidado amoroso.
La gracia sea con todos vosotros.—Hebreos 13:25
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