El Orden Divino...
La vida puede ser dura y a menudo llegamos
a un punto donde sentimos que está fuera de control
como que si estás tratando de recoger piezas de un
rompecabezas que continúa cayéndose.
Pero al dejar ir y entregarnos al orden divino,
encontramos que las piezas parecen arreglarse
solas milagrosamente y de repente, vemos toda la imagen.
El orden divino toca cada parte de nuestras vidas.
Es el fluir de la mente universal a medida que nos
guía a nuestra satisfacción personal. A menudo,
a medida que el orden divino obra sus maravillas,
las cosas pueden parecer agitadas e incomprensibles.
Pero una vez que nos entregamos a la idea de que todo
sucede por una razón —cada traspiés
y cada éxito puede llevarnos a algo mejor
—encontramos paz y aceptación.
A medida que comienzas a aceptar
el orden divino como la realidad detrás de toda vida,
un sentimiento de calma te envolverá,
aún ante la adversidad.
Tus relaciones personales se volverán más
significativas y ricas al afirmar que el Espíritu guía el camino
y ya no necesitas controlar a las personas ni a las situaciones.
Hasta mirarás las dificultades financieras con un
optimismo renovado al entregarte a la verdad de
que todo lo que necesitarás te será
provisto a medida que lo necesites.
Cuando comienzas a aceptar el orden divino
como verdad y sabiduría y te alineas
con la armonía del universo,
es posible que quieras dejarte pequeños
recordatorios para "dejar ir". En tu automóvil,
en tu escritorio, en tu cartera o billetera,
o en cualquier sitio donde puedas necesitar un
recordatorio para permitir que el orden divino
dirija el fluir de tu vida, pon una nota con estas
palabras sencillas: Orden divino. La próxima vez que
enfrentes una situación difícil, mira la nota
y recuerda el poder del orden divino.