Si crees en Dios...
Si crees en Dios,
por más que te amenacen
los anuncios del pesimismo,
con relación a probables calamidades futuras,
conservarás el corazón tranquilo,
en la convicción de que la
Sabiduría Divina sustenta
y sustentará el equilibrio de la vida,
por encima de toda perturbación.
Si crees en Dios,
en ningún lugar experimentarás s
oledad o tristeza,
porque te verás en ligación
constante con todo el Universo,
reconociendo que lazos de amor y de esperanza
te identifican con todas las criaturas.
Si crees en Dios,
nunca te perderás en el laberinto de la rebeldía
o de la desesperación, ante los golpes
e injurias que se te proyecten en el camino,
por cuanto interpretarás a ofensores
y delincuentes, en la condición de infelices,
mucho más necesitados de bondad
y protección que de hiel y censura.
Si crees en Dios,
vivirás en la Tierra sin adversarios,
a la vez que, por más que se multipliquen
en la senda aquellos que te agredan
o menosprecien, aceptarás a enemigos
y opositores, a cuenta de hermanos nuestros,
situados en diferentes puntos de vista.
Si crees en Dios,
jamás te faltará confianza y trabajo,
porque te levantarás cada día,
en la certeza de que dispones
de oportunidades benditas de comunicación
con los demás, disfrutando el privilegio incesante
de auxiliar y bendecir, entender y servir.
Si crees en Dios,
caminarás sin aflicción y sin miedo
en las veredas del mundo, por grandes
que sean los peligros y riesgos
que te oscurezcan el camino,
por cuanto aún frente a la muerte,
reconocerás que permaneces con Dios,
tanto como Dios está siempre contigo,
más allá de pruebas y sombras,
limitaciones y cambios,
en plenitud de vida eterna