DEJO TODO EN TUS MANOS SEÑOR
¡Dios mío; en tus manos pongo las riendas de mi corazón y mi vida!
No dejes que la debilidad me arrastre hacia la derrota que puedo prevenir Dios mío,
ni que la depresión me atrape porque necesito mantenerme en pié para los míos.
Soy el tronco, hoja, flor, raíz y semilla de tu voluntad Padre,
haz que floresca en mí, tu gloria, y que mis labios lleven tu palabra a mis dolientes,
y que tu luz se derrame en bendiciones supremas para sus vidas ¿qué importa lo que
pase con la mía? ¡tantas veces me has enviado hacia la misma misión mi Dios!
que ya no sé si mi labor se va haciendo más profunda o más serena o más pasiva,
sólo sé que en mi propio corazón duele algo muy grande, una especie de fuego
que me consume el alma para soltar girones de esperanzas y bienestar para otros seres
y mi propio consuelo y bienestar es dejar gritar a mi corazón:
¡ABRÁZAME FUERTE SILENCIO... TE NECESITO!
¡Dame tu luz... no me dejes en las tinieblas, dame sabiduría,
templanza y paciencia, te lo ruego!
y deja que este día depure el néctar de mis errores del ayer,
que con la misma claridad que me hiciste ver un día las cosas, se muestre en mi corazón
tu presencia divina para elegir la mejor opción para quienes debo llevar ayuda ahora,
consuelo, o un bálsamo que ayude a disminuir sus tormentos o dolores.
Dame serenidad y fe Padre mío cuando siento que ya no puedo mas,
mantén en alto mi dignidad y mi fortaleza,
para que tu voluntad se oriente siempre hacia la cima
más alta de los logros interiores que tú deseas de todos nosotros.
Pon en mí; tus trigales de silencio y fe,
claridad de pensamiento en mis tribulaciones internas.
No quiero saber de esas personas
que tratan de entorpecer los caminos para su
bien propio sin importales lo que tú quieres realizar en mí. Permíteme mostrarme
amable y dócil, apasible y serena ante el enemigo oculto,
pero sujétame con voluntad de acero
y abrázame en tu alma. ¡Jesús... yo confío en tí!
Resguarda mi Dios las circunstancias que en mi vida deben mantenerse bajo el
hilo de miradas ajenas, no me atrapen envidias ni acechanzas si conocen mis pasos
o saben lo que hago o a donde voy, que cosas me gustan y cuáles son las que me disgustan.
Todo lo hago en tu nombre y nada tengo a quien temer ni nada de que dudar.
Sólo a ti mi Dios he entregado el poder y el dominio de mi vida... ¡Hágase tu voluntad!
No permitas Padre que me sienta derrotada ni aún estándolo...
¡No voy a retirarme de los campos de batalla hasta que tú lo decidas por mí y para mí!
Permíteme preservar la iluminación interior que un día me regalaste,
no era para mí tu luz sino para llevarla a otros en tu nombre...
¡Sean pues mis pasos tu instrumento!...
¡Y cúmplase, realícese, materialícese...sea!
hágase en mí tu voluntad y nunca jamás ya la mía propia.
Despójame Padre querido, de toda soberbia, protégeme de las falsas esperanzas
y las ambiciones desmedidas,
sólo dame lo necesario para dar como en este momento difícil,
Quisiera ser más fuerte,
pero reconozco que soy tan humana como cualquiera,
y que no siempre se puede tener en la vida todo lo que quisiéramos tener para dar más
y mejor que teniendo las manos llenas y sentirlas tan vacías.
¡Ayúdame Señor en este día
Permite que el estar al frente de situaciones dificiles,
mis fuerzas no tiendan a vencerme... ¡Dèjame lugar a seguir!
¡No voy a resistirme al dolor, lo dejaré ser! y dejaré que el río de tu
espíritu me bañe en todas mis debilidades y flaquezas humanas.
permíteme conservar la paz en mi alma,
no me dejes olvidar los objetivos de la misión y planes que tienes preparados para mí.
Y alivia mis heridas físicas e internas capacitándo mi corazón con más fuerzas
para las nuevas batallas que están listas... ¡Aquí estoy Señor... y estoy dispuesta!
Sólo algo más me falta pedir humildemente Señor:
¡Que en el nombre del Amor, me permitas volver a mover
mis alas, hacia los más altos ideales de mi cielo interior profundo!
y en silencio bendecir desde allí, en cuerpo, alma, sentimiento y razón,
al Amor mismo en el tiempo y la eternidad!
AMEN.