Soy joven, Señor, y quiero vivir
con fuerza y alegría;
soy joven y quiero estrujar mi vida
y llegar hasta el fondo
soy joven y, la verdad, Señor,
no sé lo que es vivir a veces;
soy joven y busco caminos,
aunque no he encontrado
el sendero cierto.
Quiero vivir y buscar
mi libertad en lo que hago;
quiero sentir y probar hasta lo más
profundo lo que es la vida
quiero tocar, palpar, hacer mío todo
lo que encuentre en mi camino
quiero, Señor, dar sentido
a esta única vida que tengo.
Hay cosas, Señor, que no vale
la pena volver de nuevo a ellas;
hay cosas que al tocarlas se
marchitan entre las manos
hay sabores que son agradables
sólo por un momento;
hay colores que atraen y ciegan
como la luz a la mariposa
hay experiencias que al final te
quedas solamente con la cáscara
hay momentos fuertes
que te dejan vacío,
desilusionado y roto.
Yo sé, Señor, que hay cosas
que me llevan a perder el rumbo;
yo sé que cuando vivo mi
egoísmo con rabia y desenfreno,
me desoriento;
yo sé que cuando vive
mi orgullo y prepotencia,
quiero ser yo el que guíe a la estrella;
yo sé que cuando busco
satisfacer mi instinto en el otro,
me escondo en él;
yo sé que cuando me entrego
a la evasión del juego,
me estoy perdiendo;
yo sé que cuando huyo en alas
de la velocidad, me estoy perdiendo;
yo sé que cuando vivo de cosas,
de objetos...
!me pierdo en un laberinto sin salida!
Quiero vivir, Señor:
hacer de la verdad el camino para mis pasos.
Quiero vivir, Señor:
hacer del amor limpio la norma de mi conducta.
Quiero vivir, Señor:
hacer de la libertad espacio para mi búsqueda.
Quiero vivir, Señor:
hacer del servicio la constante de mi vida.
Quiero vivir, Señor:
hacer de la reconciliación un camino de paz.
Quiero vivir, Señor:
hacer de la Belleza una luz para mis ojos.
Quiero vivir, Señor:
hacer de la esperanza una fuerza hacia adelante.
Quiero vivir, Señor:
hacer de la oración un lugar de encuentro contigo.
Quiero vivir, Señor:
hacer de la justicia un camino
hacia el hermano herido.
Quiero vivir, Señor:
hacer de la humildad la base de cuanto soy.