La otra primavera
Hay días, aun en pleno invierno, que parecen ser
días primaverales, como si la naturaleza misma
nos quisiera indicar que la luz, el sol, la sensación
luminosa de la vida, no desaparece nunca,
por el contrario, está ahí, basta que se alejen
unas nubes para que el día sea distinto...
Hay un pequeño poema del escritor michoacano
Manuel Ponce, un soneto que encierra una hermosa
idea que merece recordarse: "Carpe Diem" o sea,
el corazón, la esencia de este día. ¿Lo recordamos?
Antes de que la vida se consuma
sumando en islas de verdor los años,
contad uno por uno sus escaños,
porque el tiempo nomás es una suma.
Antes de que la rosa infiel asuma
descoloridos síntomas extraños,
lo efímero gozad de sus engaños,
porque la rosa es nada más espuma.
Gozad el curso de la edad ligera,
porque la juventud es una ola
que nos conduce a la glacial ribera.
Y antes de que marchite su corola,
gozosos acatad la primavera,
porque la primavera es una sola.
Este poema es una invitación a otra primavera,
la de nuestro mundo interno, que debe disfrutarse
hoy, este día, hora a hora, con lo hermoso que tenga,
lo feliz que pueda ser, con la esperanza
que le pongamos nosotros.
En este instante, podemos decir, ordenando
a nuestra mente: aprende tú a sacar la esencia
de las horas, lo mejor de este día.
Así aprenderé yo, hora tras hora, a disfrutar
en cualquier tiempo, la plenitud de la vida,
sin importar quien soy, sin importar mis años, porque...
lo mejor de la vida se haya dentro nuestro
y siempre en el presente.