Los
polifenoles antioxidantes del té verde protegen contra el efecto
espectador que se produce a dosis bajas de radiación ionizante, dañando
las células, cáncer y otra muchas enfermedades, dice la Dra. Mae-Wan Ho.
El
reciente descubrimiento del efecto espectador producido por los bajos
niveles de radiación ionizante está sometiendo a evaluación los riesgos
de la radiación (1) ( El efecto espectador multiplica la dosis y los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes, SiS 55).
Sin embargo, se han descubierto ciertos medidas que podrían mitigar los
efectos de la exposición a la radiactividad, por ejemplo de la
procedente de los accidentes nucleares, como el de Chernobyl o el de
Fukushima, que tienen impactos devastadores sobre la salud, y que siguen
apareciendo 25 años después (2) [Las evidencias señalan que al menos se ha producido un millón de muertos por el accidente nuclear de Chernobyl, SiS 55].
La
radiación ionizante produce radicales libres y especies reactivas de
oxígeno, en su mayoría por ionización del agua, abundante en los tejidos
y en las células. [véase (1) para una explicación de ROS (especies reactivas de oxígeno)]
Las especies reactivas de oxígeno son responsables del daño oxidativo
al ADN, las proteínas y los lípidos, inician la muerte celular, producen
inestabilidad genómica, y otras consecuencias directas, tanto en las
células irradiadas directamente, como en las células no irradiadas pero
afectadas por el efecto espectador (1). Hay pruebas de que varios
antioxidantes protegen las células contra los daños causados por el
efecto espectador y las nuevas conclusiones publicadas en línea en la
Investigación sobre la Mutación, que parecen prometedoras en particular.
Ashu
Tiku y Benila Richi de la Jawaharlal Nehru University, New Delhi y
Roasaheb Kale de la Central University de Gujarat de la India parecen
haber encontrado el antioxidante ideal para la protección contra la
radiación (3).
Un compuesto no tóxico necesario para la protección contra la radiación
Uno
de los principales problemas en la protección contra la radiación es
encontrar compuestos que no sean tóxicos o muy poco, y que sean de fácil
adquisición. El té verde es una fuente rica en polifenoles con una
fuerte actividad antioxidante. Se ha mostrado que extractos de té verdes
y sus polifenoles poseen muchos beneficios para la salud atribuidos a
sus antioxidantes y propiedades antiinflamatorias ( ver [4, 5] Green Tea, The Elixir of Life? Y Green Tea Against Cancers,
SiS 33). La mayor parte de los beneficios para la salud del té verde se
debe a un importante polifenol, el EGCG ( epigalocatequina-3-galato)
(Figura 1), que representa del 55 al 70% de los polifenoles totales en
el extracto de té verde. Su potencial antioxidante se cree que es mucho
mayor que la vitaminas E y C, las dos principales vitaminas
antioxidantes (6).
Figura 1. EGCG ( epigalocatequina 3- galato) del té verde
El
equipo expuso al ADN del plásmido pBR322, así como a las células del
bazo de ratones expuestos a radiación g, a diferentes concentraciones de
EGCG. Los experimentos preliminares encontraron que las concentraciones
de EGCG por encima de 125 mM eran tóxicas para las células, por lo que
la concentración más alta que se utilizó fue de 100 mM. Tambien se
investigaron los efectos de la quercetina, otro polifenol que se
encuentra en las frutas, verduras, en hojas y granos, y de la vitamina
C. Las células y el ADN del plásmido se incubaban durante 2 horas con
EGCG a diferentes concentraciones o con quercetina y vitamina C, ambas a
concentración de 100mM, antes de ser irradiados. Posteriormente, las
células y el plásmido fueron evaluados en los daños sufridos en el ADN,
la viabilidad de las células, la peroxidación, fluidez de la membrana y
la actividad de las enzimas y cofactores involucrados en la
desintoxicación y compactación de las especies reactivas de oxígeno.
El té verde protege contra las roturas del ADN y la muerte celular
El
plásmido superenrollado está intacto en su forma compacta, mientras que
el plásmido reducido es de forma circular, y las dos formas pueden ser
claramente distinguidas y cuantificadas por electroforesis. En la
muestra de control ( no expuesta) se apreciaba que aproximadamente un
85% estaba superenrollado. La EGCG protege al ADN del plásmido contra
roturas en altas dosis de radiación ( 50 Gy) o bajas (3Gy): la
protección fue superior al 82,5% incluso a una mínima concentración de
EGCG (10mM) y la protección fue del 100% a 50 mM. La EGCG fue la mejor
protección contra las roturas en el ADN, en contra de la quercetina o la
vitamina C en una concentración de 100 mM
La
viabilidad de las células se determinó con un colorante vital que
depende de la actividad mitocondrial. A los 3 a 7 Gy de radiación g,
disminuyó significativamente la viabilidad celular , y a uno dosis más
alta, fue del 53% con respecto a las células de control no expuestas: la
finalidad de la preincubación con EGCG protegió a las células y
restauró la viabilidad celular en función de la concentración, de tal
modo que a 100 mM fue mayor del 96% con respecto a las células de
control.
El
ensayo del cometa fue utilizado para determinar la extensión de la
degradación del ADN celular. En este ensayo, las células se encuentran
situadas en gel de agar en los portaobjetos del microscopio, lisadas
para exponer su ADN a la electroforesis y se tiñeron con un tinte
fluorescente. Las células con el ADN intacto aparecían como un pequeño
punto brillante y compacto, mientras que las células con el ADN
degradado aparecían como una mancha difusa, con cola, como si se tratase
de un cometa, de ahí el nombre de la prueba. Cuanto más grande es la
cola, mayor es la degradación del ADN, que se puede cuantificar con un
software de ordenador bajo el microscopio de fluorescencia. La
exposición de las células a 3 Gy ( Gray (Gy) es igual a la energía de 1
julio/kilogramo) lleva a una degradación sustancial del ADN, pero que se
puede reducir en función de la concentración de EGCG. La quercetina y
la vitamina C protegen también a las células contra el daño en el ADN,
aunque no de manera tan eficaz cono la hace la AGCG.
Protección contra la peroxidación lipídica
La
peroxidación de los lípidos de la membrana por las especies reactivas
de oxígeno destruye la estructura de la membrana y su funcionalidad. Los
resultados mostraron que el peroxidación de los lípidos aumentó con la
dosis de radiación de 0 a 7 Gy; y la fluidez de la membrana también
aumentó, pero más lentamente. La preincubación con EGCG previno a los
lípidos de la peroxidación y aumentó la fluidez de la membrana en
función de la concentración. La quercetina y la vitamina C también
protegen de manera similar contra la peroxidación y el aumento de la
fluidez de la membrana, pero de forma mucho menos eficaz que la EGCG.
Principales actividades enzimáticas relacionadas con la defensa de los antioxidantes
El
glutatión-S-transferasa (GST) es una familia de enzimas que catalizan
la conjugación de glutatión reducido (GSH) para desintoxicar a los
lípidos peroxidados. El glutatión reducido es un tripéptido antioxidante
que participa en la reacciones de óxido-reducción; en el proceso, es
oxidado en glutatión disulfuro (GSSG). La cantidad de glutatión oxidado
se reduce a mayor cantidad de antioxidante presente en la célula. El
superóxido dismutasa (SOD) cataliza la conversión de superóxido ( una
especie reactiva de oxígeno) en oxígeno y peróxido de hidrógeno,
eliminado las especies reactivas de oxígeno de una manera significativa.
El lactato de deshidrogenasa (LDH) cataliza la interconversión de ácido
láctico con piruvato y la interconversión simultánea de NADH y NAD (
nicotinamida adenina dinucleótido reducida y oxidada), lo cual es muy
importante en el mantenimiento de la defensa antioxidante de la célula y
su equilibrio electrónico.
La epigalocatequina 3- galato (EGCG) se intercala en la doble hélice de ADN
Los
autores sugieren que la EGCG se puede intercalar en la doble hélice de
ADN, protegiéndolo del ataque de los radicales libres. La EGCG se liga
tanto al ADN como al ARN, y fue documentado por primera vez por
investigadores en Tokushima Bunri universidad y el Centro de Cáncer
Saitama en Japón [7]. Encontraron que la EGCG se liga tanto a una sola
hélice del ADN como al ARN, así como a la doble hélice del ADN. Además,
el entrelazamiento de la EGCG parece estabilizar la doble hélice de ADN.
Un
trabajo anterior también ha demostrado que debido a la presencia de
abundantes hidroxilos fenólicos de anillos aromáticos ( ver la figura
1), la EGCG actúa como un limpiador de los radicales libres, desarmando
de forma eficaz a los radicales libres y convirtiéndolos en inocuos (8).
Lo
más importante, en ausencia de radiación g, la EGCG no tiene ningún
efecto significativo. Así que el hábito inofensivo de beber dos tazas de
té verde al día tiene un efecto sorprendentemente beneficioso (4,5),
entre los que se incluyen la protección contra la radiación ionizante.