ES LA VIDA.
Hay etapas de la vida que son duras, difíciles y malas… Todo parece ir de mal en peor, todo se desmorona y nada nos sale bien…
Pero en el momento menos esperado, todo puede cambiar, un pequeño rayo de sol llega a nuestras vidas, ilumina nuestro corazón y encontramos las fuerzas para superar los problemas que a diario nos asaltan…
Somos valiosos, somos fuertes y podemos salir victoriosos ante las adversidades de la vida.
La vida puede estar compuesta de muchas cosas, unas buenas y otras no tan buenas…
Hay momentos en los que la vida se llena de grandes momentos en los cuales te sientes verdaderamente libre para amar y ser amado, con tantos triunfos que sientes que todo va a estar bien para siempre, y es que puedes estar rodeada de muchos de los seres a quien tú tanto aprecias ya sea tu familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, conocidos, en fin tanta gente.
Un mundo en el cual tú eres un ganador, navegas en los ríos del éxito.
Otras etapas de la vida empiezan con un día cualquiera, que al abrir tus ojos en la mañana te das cuenta que de un momento a otro todo cambió, lo que antes fue de color rosa varió de matiz y se volvió completamente gris.
Tu familia se desintegra, tus amigos te dan la espalda y aquellos sentimientos que antes estaban junto a ti y eran de amor, cariño, confianza, solidaridad… ya no lo son más, las melodías del alma se han apagado y sientes que sin darte cuenta ingresaste en un camino muy difícil, estás perdido dentro de un bosque espantosamente desolado, con mucha neblina que no te permite avizorar el horizonte ni tampoco los peligros que están próximos a ti, lleno de fieras que están a tú asecho.
¡Oh Dios! en ese instante el miedo hace presa fácil de ti, tu cuerpo se estremece y tu corazón quiere salirse de tu pecho, estás desorientado sin saber a dónde correr, ni cómo enfrentar aquel peligro que asecha tu vida.
De pronto, en medio de la nada, aparece un rayo de esperanza, en el lugar en donde tú NUNCA imaginaste que podía existir, aquel rayo puede y debe ser tu soplo de vida, para continuar, para no dejarte vencer por las tristezas de la vida y avanzar con la cabeza en alto, a paso firme, venciendo todos los obstáculos.
Sólo cuando hayas logrado superar y atravesar aquel bosque lleno de peligros te darás cuenta que en realidad no todo fue tan malo, porque si no hubieras pasado por todo ello, nunca hubiese sido posible que te dieses cuenta lo valiente e inteligente que eres; luchaste sin descanso y no te dejaste abatir por las dificultades de la vida.
Y con tan sólo un rayito de luz fomentaste tu fe, llenando tu espíritu y corazón con suficiente valor como para salir del lodo en que te encontrabas.
Ahora que sabes lo que eres, es tiempo que tomes las riendas de tu vida y la de los tuyos, para que así puedas encausar sus vidas por el camino correcto y que todo sea, NO como antes, sino mucho mejor.
Tú puedes, está en ti, no te detengas, no permitas que tus miedos hagan presa fácil de ti, enfréntalos y triunfa en la vida.
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