Una favela que convierte la basura en delicatessen
¿Utilizas la piel de las verduras cuando pones en práctica tus dotes culinarias, o eres de los que pela la fruta y la tira a la basura? Favela Orgánica es un proyecto que ha conseguido marcar tendencia entre las favelas de Brasil con su defensa de la utilización total de los alimentos.
¿Has comido alguna vez la piel de un plátano? ¿Pondrías la cáscara o semillas de una sandia a tu risotto?
Tallos, semillas, hojas o pieles no suelen formar
parte de los ingredientes de una receta tradicional o un menú familiar.
En cambio, son productos que se descartan al cocinar en casa y acaban en
la basura.
Favela Orgánica quiere demostrar, sin embargo, que en cuestión de cocina la palabra desecho ha pasado a ser relativa.
Regina Tchelly creció en el seno de una familia
pobre en las favelas del noroeste de Brasil, en la región de Paraíba.
Una más entre las gigantescas barriadas marginales, su familia aprendió a no desperdiciar casi nada: "Empecé a cocinar a los 14 años y mi abuela me enseñó a no tirar la comida", comenta a lainformacion.com.
Hace diez años que vino a Río para trabajar como empleda doméstica.
Confiesa que se sintió horrorizada al ver la cantidad de desperdicios
que se generaban en las casas en las que trabajaba: "En Paraíba yo comía las cáscaras de batata que estaba tirando ahora".
En marzo de 2011 llegó hasta Babilonia, la favela de Río donde vive
Regina, una entidad llamada Redes para la Juventud. Allí impartieron un
taller sobre comida orgánica que se convirtió en su inspiración: "Cogí 140 reales (unos 55 euros) y empecé a llamar a mis amigas para enseñarles a aprovechar todos los alimentos como hacía mi abuela".
Con su nuevo proyecto, Regina creó una sociedad con una idea más
ambiciosa: promover el cultivo de huertos propios y crear una conciencia
sobre alimentación sana. El destinatario, las olvidadas familias de bajos ingresos. Los valores, la sostenibilidad, la economía doméstica y la educación nutricional.
Así nació “Favela Orgánica”, un plan educativo que organiza talleres de “utilización total de los alimentos” y promociona la autosuficiencia de los núcleos familiares. Para Tchelly, “un sueño que ha comenzado a hacerse realidad”.
Dos veces por semana, los 16 miembros del equipo de Regina se reúnen
con los habitantes de Favela Babilonia e imparten clases, -sobre toda a
amas de casa- sobre “cómo fabricar un pequeño jardín-huerto en poco
espacio” o "cómo preparar un suculento y barato menú utilizando
desperdicios".
Sus alumnos dicen en el blog oficial del proyecto que
“han aprendido a apreciar la comida y todos sus nutrientes o la
importancia de no generar tantos residuos para el medio ambiente”.
Defienden además, que la idea “puede servir a otros países de
inspiración”. En España, sólo los restaurantes desperdician cada año más de 63.000 toneladas de comida, recoge EFE.
“Siempre quise ser una cocinera diferente, y creo que la clave está en la creatividad de las recetas. Soy diferente porque soy productiva, aunque nunca haya hecho cursos específicos”, explica la treintañera.
Pastelillos de piel de plátano, rissotto de cáscara de sandia, croquetas de piel de ñame, quiche de tallo de brócoli o mermelada de cáscara de maracuyá forman parte de una larga lista de delicatessen a base de lo que “cualquier madre descartaría normalmente”.
"Estamos muy orgullosos. De momento hemos conseguido llevar el
proyecto a otras favelas como el Complejo Alemán. Además tenemos
clientes que nos piden que cocinemos para ellos en fiestas y encuestros
de empresa", sostiene Regina. Su objetivo final es conseguir inversores
para montar su propio restaurante.
Como regalo, nos deja la receta de uno de sus platos estrella.
Risotto de cáscara de sandía
Ingredientes:
1/4 de sandía (sólo las partes blanca y verde), 3 tazas de arroz
cocido, 1 cebolla, Sal, Chimichurri o curry (al gusto), aceite de oliva,
1 bote pequeño de requesón o queso crema para cocinar, 1 brick de nata
líquida para cocinar, 2 cucharadas soperas de tomate triturado,
pimiento, perejil, y queso rallado.
Preparación:
Rallamos la cáscara de sandía y la reservamos. Preparamos un sofrito
con la cebolla picada y el pimiento verde picado hasta que dore y
añadimos la piel de la sandía. Sazonamos la mezcla con sal y el curry o
chimichurri (al gusto).
Añadimos agua y dejamos que cocine a
fuego lento de 10 a 15 minutos hasta tener una consistencia de crema.
Añadimos el requesón y la nata, el tomate triturado, el perejil y por
último el arroz blanco cocido. Dejamos unos 10 minutos. Cuando esté
cremoso servir el risotto cubierto con el queso rallado.
Dejo el link a la pagina de esta fenomenal mujer, alli le pueden seguir el ratro, no solo a ella sino a otras iniciativas igual de positivas. Esta en portugues pero creo que lo entenderan bien, si no ... recurrir al querido traductor de google.
http://favelaorganica.blogspot.com.es/search?updated-min=2012-01-01T00:00:00-02:00&updated-max=2013-01-01T00:00:00-02:00&max-results=20
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