BULAWAYO,
Zimbabwe, ago (IPS) - "Sabemos que la conservación funciona, pero
necesitamos recursos mucho mayores si queremos revertir la actual crisis
de las extinciones", dijo desde Suiza la directora general de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Julia
Marton-Lefèvre.
En
vísperas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible (Río+20), realizada en junio, la UICN dio a conocer su última
actualización de la Lista Roja de especies amenazadas.
Según
esa lista, 19.817 de las 63.837 especies evaluadas están amenazadas de
extinción. Los ecosistemas de agua dulce están bajo particular presión
debido al aumento de la población humana y a la explotación de los
recursos hídricos. Además, la pesca insostenible y la destrucción de su
hábitat por culpa de la contaminación y la construcción de represas
amenaza a los peces de agua dulce.
IPS
dialogó con Marton-Lefèvre en vísperas del Congreso Mundial de la UICN,
a realizarse del 6 al 15 de septiembre en Jeju, Corea del Sur.
IPS:
Uno de los varios objetivos que la UICN se propuso en su Plan
Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 es que al cumplirse
ese plazo se haya evitado la extinción de especies amenazadas conocidas,
y que se haya mejorado su estado de conservación. ¿Están encaminados al
cumplimiento de este plan?
JULIA
MARTON-LEFèVRE: Lamentablemente, por el momento la respuesta es "no".
Por eso hicimos de este objetivo nuestra principal prioridad en la UICN.
Eso no quiere decir que no tengamos ejemplos inspiradores de éxitos en
materia de conservación.
Por
ejemplo, a través de nuestra iniciativa Salvemos Nuestras Especies, la
UICN y sus socios ya hemos ayudado a conservar cerca de 100 especies
amenazadas en unos 30 países. Sabemos que la conservación funciona, pero
necesitamos recursos mucho mayores si queremos revertir la actual
crisis de las extinciones.
IPS:
A la luz del último informe de la Lista Roja, divulgado en junio, que
muestra que una gran cantidad de especies están amenazadas de extinción,
¿usted diría que hemos llegado a un punto de inflexión?
JML:
En efecto, la última actualización de la Lista Roja de la UICN pinta un
panorama sombrío: uno de cada tres corales, uno de cada cuatro
mamíferos y dos de cada cinco anfibios están en riesgo de extinción.
Además,
un innovador estudio divulgado en los últimos tiempos concluyó que
hemos excedido tres de nueve de las llamadas "fronteras planetarias" que
definen un "espacio operativo seguro" para la humanidad, lo que incluye
la pérdida de biodiversidad.
Hoy
estamos peligrosamente cerca de alcanzar esos "puntos sin retorno",
pero es muy difícil pronosticar de modo preciso cuándo se alcanza un
punto de inflexión hasta que realmente ocurre.
Por
ejemplo, el colapso de las reservas de bacalao del Atlántico norte tuvo
lugar en los años 70, pero sus impactos se sienten incluso en la
actualidad.
IPS: ¿Qué tiene que cambiar? ¿Nuestros hábitos de consumo o nuestros esfuerzos de conservación?
JML:
Sin duda necesitamos las dos cosas. Tenemos que hacer más conservación
-que es algo que funciona- e intensificarla, y al mismo tiempo
necesitamos cambiar nuestros hábitos de producción y de consumo para
volverlos más sostenibles.
La
demanda de productos basados en la naturaleza, para (elaborar)
alimentos, medicinas, vestimenta, se presenta como una amenaza
importante para muchas especies que hasta ahora no habían sido afectadas
por la pérdida de hábitat o por el cambio climático. La naturaleza
simplemente no puede acompasar nuestro insaciable apetito por todo,
desde materias primas hasta animales vivos, y tenemos que cambiar eso.
IPS: ¿Cree que ahora hay una mayor voluntad política de frenar la extinción de especies que, digamos, hace 20 años?
JML:
Hace 20 años, en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, los líderes
mundiales firmaron el Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Actualmente, es uno de los tratados mundiales más ampliamente
ratificados. Es difícil comparar el grado de compromiso de entonces y el
de ahora, pero hay algo indudable: la voluntad política que se requiere
hoy es mucho mayor a causa de la magnitud del problema.
IPS: ¿Cómo ha influido el trabajo de la UICN y de sus socios?
JML:
Durante muchos años, la respuesta a la pregunta central del impacto de
la acción mundial por la conservación fue tanto anecdótica como elusiva.
Gracias a los esfuerzos de UICN, su Comisión de Supervivencia de
Especies y nuestros más de 1.200 miembros en todo el mundo, ahora
tenemos evidencias sólidas de que sin esfuerzos de conservación
dirigidos, la pérdida de biodiversidad tal como es medida por el Índice
de la Lista Roja sería casi 20 por ciento peor.
IPS: ¿Qué desafíos persisten?
JML:
El mayor desafío es ahora lograr que todos entiendan qué está en juego:
que la naturaleza no es un lujo sino los cimientos mismos de nuestro
bienestar en este planeta. También necesitamos fortalecer la voluntad
política para tomar las medidas necesarias. Como dije antes, la
situación es bastante crítica, y nuestro Congreso analizará varios de
estos desafíos.