SÉ QUE NO SOY PERFECTO...
Sé que no soy perfecto y, sin embargo,
quiero que los demás así lo crean
y sólo el lado bueno de mí vean
y no el lado real, negro y amargo.
Sé que finjo virtudes y que alargo
las que tengo, por bien pocas que sean,
y critico a los otros si flaquean,
aunque a mí me superen muy de largo.
¡Cuánto más fácil me resultaría
ser siempre yo, tal como yo me siento,
aceptando ser una medianía,
sintiéndome conmigo, al fin, contento,
y esforzándome en todo, día tras día,
por merecer lo que, sin derecho, ostento!