¡Hoy mismo!
Este mensaje es para mí,
no para aplicárselo a los demás.
Soy yo quien necesita cambiar.
No me hace bien lavarme las manos
como Pilatos y exigir que mejoren
únicamente los otros.
Soy yo quien necesita sencillez
para aceptar errores, y mucha dedicación
para corregir defectos.
Soy yo el llamado a seguir un programa
de mejoramiento personal y dar
lo mejor de mí mismo.
Hoy es el día para el cambio positivo.
Me engaño al prometer un cambio
para un mañana que nunca llega.
Hoy es el primer día del resto de mi vida.
Hoy quiero perdonar, hoy quiero amar,
hoy quiero renacer.
Hoy quiero dejar de ser parte del problema
y ser, en cambio, parte de la solución,
en mi hogar y en mi trabajo.
Este mensaje no es sólo para este familiar
o aquella amiga o amigo, es para mí,
como debieran serlo todos.
El cambio debe empezar por mí.
¿Cuándo? ¡HOY MISMO!