Todas las cosas acontecen juntas. Si Te sintieras menos culpable, de inmediato empezarías a sentirte más felices. Si te sintieras más feliz, te sentirías menos en conflicto, más armonioso... más integrado.
Si te sintieras junto, más armonioso, de pronto sentirías que una cierta gracia te rodea. Estas cosas funcionan como una reacción en cadena: una inicia otra, la otra inicia otra, y así van extendiéndose.
Pero, para empezar, sentimos menos culpables resulta de vital importancia. Se ha hecho sentir culpable a toda la humanidad... siglos de condicionamiento, de decirle a las personas que hagan esto y no aquello. Y no solo eso, sino que se les ha obligado aduciendo que si hacen algo que no está permitido por la sociedad o por la Iglesia, entonces son pecadores. Si hacen algo que es apreciado por la sociedad y la Iglesia, entonces son santos. De modo que se ha engañado a todo el mundo para hacer las cosas que la sociedad quiere que hagan y para no hacer aquellas que no desea. Nadie se ha molestado en averiguar si eso es lo que a vosotros les gusta. Nadie se ha preocupado por el individuo.
De modo que esto es lo básico... hay que adentrarse en una nueva luz, en una nueva conciencia, donde poder desembarazarte de la sensación de culpabilidad. Y luego seguirán muchas más cosas.