En la perpetua oscuridad que nos envuelve, Vengo a darte mil y una noche como hemos soñado siempre; Impúdica quiero verme ante tus ojos, Perenne, entregada, desenfrenada, Que me veas no por ese espejo transparente y mucho menos desde tu cama.
Quiero que te muestres real tal como te he deseado, Descubrir junto a ti las siete maravillas del mundo mientras me amas. Quiero verte depositar rayos de libertad sobre mi cabello, Quiero sentirte sumiso y obediente ante mi piel desnuda, y darte mi amor bajo estas sabanas que supieron de angustia y placer.
¿Recuerdas aquel pacto que juntos hicimos? No, no lo he olvidado y he estado esperando este precioso momento; Tómame ahora y olvidemos nuestro sufrido pasado, Haz convulsionar mi cuerpo e invádeme de incoherentes pedimentos. Hazme soñar en este silencio todavía soñado.
Ven, como nunca vinistes antes, Ven, y calma tu sed junto al cáliz que esconden mis labios; Calla amor mío, no hables de tristezas, Olvida aquellos tiempos de cuchillos clavándose en mi espalda; No me digas que me has llorado...¡ por favor no lo repitas!
Yo quiero darte todo: Mi amor, Mi cuerpo, Mis besos, Mis caricias.
Yo quiero darte: La luna iluminando el terciopelo de mi piel, El sol calentando nuestros cuerpos como hierro fundido, La lluvia salpicando mi cara y mojando tu espalda, El aire para beberme tu aliento, y al final de esta noche verte dormido entre mis brazos.
Yo quiero recuperarte y darte todo... Todo, todo, ...