DONDE SE ENTERRO MI CORAZÓN
No dejes que decidan tu vida... ¡No te sigas ciegamente a los demás! No a todos les sirve lo mismo... Lo que encaja en una vida, desencaja en otra... A unos les sobra lo que a otros les falta...
Cada persona tiene su apetencia para vivir, y sus metas con qué soñar. Y las tuyas, no pueden suplirse con las de nadie... Ni las de nadie cumplir el cometido de las tuyas.
La vida es una ciencia donde siempre se está creciendo y se está madurando... Aunque nunca lleguemos a su total culminación.
Sé agente libre de tu propia vida... La libertad no es un monstruo... es un medidor de tu voluntad y tu carácter... Lo que te deja respirar a tu anchas... Lo que te deja abrir alas y salir a volar.
Cree en ti misma, sin esperar la aprobación de todos para poder decidir... ¡Porque la inseguridad es capaz de hundir los mejores propósitos! Acostúmbrate a vivir equilibrada... porque los excesos casi siempre arruinan la felicidad.
Te sentirás afianzada y segura, cuando tengas firmezas en tus creencias... seguridad en tus decisiones... y aplomo en tu acción...
Cuando tengas la frente de una pensadora... el pecho de un luchador... ¡y la mirada de un niño!
Porque el ideal no baja a tus manos... tienes tú que ir a buscarlo en la cumbre.
Porque la vida no tira rosas a tu paso... tienes que cortarlas en el huerto que has cultivado.
Porque la tierra no regala los frutos... ¡Caen del árbol donde se enterró tu corazón!
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