EL EXITOSO
Cuando pensamos en una persona exitosa, generalmente, nos imaginamos a alguien con éxito profesional o económico. Nos cuesta deshacernos de estas asociaciones.
No solemos pensar en una persona que vive decentemente como alguien exitoso si ello no va acompañado de logros laborales o económicos. Sin embargo, si, como ya hemos dicho, el fracaso verdadero es elegir el camino del mal y nunca cambiar de dirección el éxito debería ser su contrapartida: elegir el camino del bien. Pero pocas veces somos conscientes de ello y lo podemos separar suficientemente, tal vez por la niebla de nuestras vidas, que nubla nuestro entendimiento y que hace que juzguemos equivocadamente
Ojalá podamos empezar a liberarnos de los requisitos impuestos por una sociedad que mira a través de la niebla y construyamos nuestras propias vidas en base al éxito verdadero, mirando y juzgándonos (a nosotros mismos y a los otros) a través de los claros que se abren en la niebla de cada uno, para equivocarnos cada vez un poco menos.
A/D
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