Déjame caminar dulcemente por tu vida sin que mi presencia disturbe tu andar. Déjame aliviar tu mente cansada como si conociera cada uno de tus pensamientos. Déjame que te abrace para darte mi consuelo sin que esto te quite tus propias fuerzas para continuar. Déjame enseñarte la belleza de este mundo así compartimos la alegría de conocerlo juntos. Déjame ser el viento que lleve el espíritu a tu morada sin que mi presencia perturbe el mensaje que necesitas escuchar. Déjame estar allí contigo para darte mis fuerzas porque se como ayudarte a alcanzar los sueños que tanto anhelas. Déjame ser el agua dulce que bebes porque se como apagar tu sed. Déjame estar en tu mente sin que esto disturbe la paz de tus pensamientos. Déjame ser las flores que crecen libremente en tu jardín para rodearte de dulces fragancias y de néctar. Déjame ser la quietud de tu mundo al anochecer porque comprendo tu necesidad de encontrar la calma. Déjame estar allí para escuchar las palabras que salen de tus labios sin malinterpretar lo que tu corazón me desea decir. Déjame ser la sonrisa en tu mundo porque comprendo tu necesidad de sonreír. Déjame estar allí cuando descubras la belleza del mundo porque se que necesitas compartirlo con un alma parecida a la tuya. Déjame ser tu inspiración sin que esto te lleve a dejar de ser quien eres. Déjame pasar dulcemente por tu corazón porque soy la única que te puede dar tanto amor. Déjame ser las palabras de las canciones de amor porque se que necesitas cantar con tu corazón. Déjame estar allí, en la soledad de la noche y jamás te sentirás solo. Déjame ser incondicional contigo porque se que amas la libertad de espíritu. Déjame ser quien comparta tus verdades sin temor a tu honestidad. Déjame ser aquella con quien compartas tu amor sin negarte el derecho a darme lo que necesitar dar. En otras palabras.... Déjame pasar dulcemente por tu vida.