No existe sensación más extraña
Que, sentir mis manos en tu alma.
No existe, tal momento
Si tu cuerpo no es mi tormento.
Jamás, mis manos entendieron
Quien, es dueño del deseo
Hasta completar el camino
Que lleva derecho a tu sexo.
Nunca, un pecho tan erecto
Cual cima coronada por el viento
Cuando mis labios tientan su lamento.
Nunca, unos labios sufrieron
Por sangrar entre tanto deseo.
Siempre despiertas mi instinto
En la sombra del silencio, sumido.
Siempre adornas mis días
Que morían sin ver tu alegría.
Y, nacían con la luz de tu sonrisa.
Nunca, existirá más nostalgia
Que proteja mi alma dolida.
Pues, a cada instante recojo
De tu mirada la fuerza perdida.
Soy, sueño que camina
Entre viento que aleja la tormenta
Y aclara las tinieblas del día.
Esta es mi morada
Dulce y tenue, morada
Por amor siempre protegida
Y por él, jamás abandonada.
Que, el susurro de tu aroma perdure
Entre las dudas del destino, madure
Y, jamás de mi cuerpo, se esfume.
03/12/2012
Saludos
kuko