YO CREÍ
Mientras que aquí las personas denominan "virtual" a cualquier sentimiento, yo siempre creí que todos los sentimientos eran reales. Nunca logré sentir algo únicamente mientras me encontraba on line, y después salir de esa relación como se sale en "Log Off". Yo creí en todo lo que sentí y oí. Yo creí en todo lo que me fue prometido. Yo creí de la misma manera en que las personas creen en otras cuando están frente a frente. Yo creí que mis deseos comunes y naturales iban a realizarse. Yo creí en las horas de cariño, dedicación y candidez. Yo creí en las imágenes que veía, en los ojos que me miraban a través de una cámara. Yo creí en la boca que hablaba y en lo dedos que digitaban. Yo creí en todo momento que existía una sintonía especial. Creí y no recelé hasta el momento en que me di cuenta de que solamente YO había hecho mi realidad de la "virtualidad" que aquí impera. Yo creí hasta en las "mentiras sinceras", porque así las cosas podrían ser más humanizadas, menos constreñidoras. Yo creí que las personas cambian, que el carácter se modifica, que no necesitamos demasiado para saber cómo vivir en la verdad y con honestidad. Basta hablar con el corazón y dejar que los dedos digiten sinceramente. Yo creí. Yo creí, hasta que me vi sin el piso. Yo creí hasta que comprendí que algunas personas apagan la máquina y se apagan con ella, cambian de programa así como cambian el canal de la televisión. Tan simple como accionar el control remoto ... demasiado simple para quien no "advierte" que atrás de la máquina hay gente, sentimiento, esperanza, deseos, nostalgia. Parece complicado para esas personas entender que cuando se apaga el monitor, el sonido y todos los recursos existentes para estar on line, no hay forma de apagar a la persona que está del otro lado. No se apagan los sentimientos. No se colocan en "stand by" cariños, caricias y sonrisas. No se eliminan placeres, alegrías e intercambios como si fueran virus. No se borran de la memoria detalles de un amor puro. La Memoria no se formatea. Yo creí y hoy llevo mis sentimientos en la memoria, en el alma y dentro de mi corazón, hecho de músculos, venas y sangre que circula bombeando vida y todavía tengo un poquito de esperanza en que del otro lado exista alguien semejante y no solo cables conectados en el voltaje de 110/120 watts enviando cualquier cosa para cualquier lugar. Yo creí ... sinceramente, yo creí. Mirella Luchinytzs SP/SP - 21 de marzo de 2004 - Derechos de Autor Protegidos - * En el otro extremo del cable hay gente que cree en la gente
Me gustó mucho, porque encierra una gran verdad. Hay mucha mentira en amores ciberneticos, no sólo en amores...también en "amigas" que mienten, traicionan, lastiman y se burlan de la buena fé, de quien les ha entregado sin reserva su amistad sincera.
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