CARENCIA DEL HOMBRE
Cuántos seres humanos se disfrazan
porque no conocen sus limitaciones,
ni sus carencias,
ni sus engaños,
ni la cruz de sus corazones.
Cuántos seres humanos se engañan
porque no viven sus reflexiones,
ni escuchan la voz de su destino,
ni conocen la vibración de su nacimiento,
ni sienten la luz de su sendero.
Y cuando las pruebas de la vida
les somete a su cruel sufrimiento,
suplican gracia y perdón,
alaban a un Dios no sentido,
miran al cielo sin amor,
se arrepienten con pena y dolor,
pero clamando: "que no se lo han merecido".
Antes que la ceguera nos invada
y no nos permita ver nuestra realidad,
abramos el amor a nuestras entrañas,
conozcamos la verdad de nuestro corazón,
busquemos la libertad del firmamento,
sintamos a nuestro verdadero Dios.