El motivo de estudio de Kevin Sloan es una profunda preocupación y respeto por nuestro planeta, y en particular por sus "habitantes silenciosos" -los animales y plantas que comparten este mundo con nosotros-. A través de la alegoría y el simbolismo expresa esta preocupación y, al mismo tiempo, recuerda a los espectadores las maravillas de este mundo extraordinario. Trata de crear un trabajo convincente, que pueda hablar sobre nuestro entorno tecnológico y moderno, con imágenes que al mismo tiempo representen el equilibrio natural, y su belleza extraña, inesperada y misteriosa. Su trabajo siempre se refiere a la naturaleza, pero también reconoce la sociedad contemporánea, y por lo tanto crea un diálogo entre el mundo moderno que hemos creado y el frágil entorno tranquilo y natural.