BIENAMADOS DEL CIELO
Bienamados son en la Tierra aquéllos
que con su conducta hacen de
ella un lugar de Paz y Armonía
para los que les rodean.
Bienamados son aquéllos que
dejando todos los compromisos y las
vinculaciones se unen al Sendero
del Conocimiento y lo siguen desnudos.
Bienamados son aquéllos que hacen
de sus bocas un medio de sembrar la
comprensión y de sus manos
un medio de hacer la Vida.
Bienamados son aquéllos que
trascienden el nombre y la fama y viven
en el silencio y desde él sirven al mundo.
Bienamados son aquéllos que
descubren a la Naturaleza y la honran y
se hacen honrar en ella, porque
a ellos les hablará y les develará
sus secretos.
Bienamados son aquéllos que
ven en sus hermanos del mundo, no el mal,
sino distintos estados del
Conocimiento y les ayudan a llevar a cada
uno su carga.
Bienamados son aquéllos que
guardan en su pecho la Justicia de la Luz
y aún perdiendo su cuerpo
la siembran en la Tierra.
Bienamados son aquéllos que
comprenden que la Verdad no contradice
ninguna verdad y a todas acoge en sí misma.
Y muy bienamados del Cielo
son aquéllos que desde que despunta el alba
hasta que se oculta el sol y
aún después en la noche, cifran su
existencia en el Darse Conscientemente,
porque ellos son una Bendición del Cielo para la Tierra.
DEL LIBRO: ASÍ HABLABA QUETZACÓATL