EL AMOR Y SUS 3 CLASES
El amor es la forma más plena de comunicación y de relación humana. Es fundamental para todas las personas. Todos necesitamos recibir y dar amor. Pero esta palabra está tan manipulada y es tan compleja que es necesario aclararla, para entender bien qué es amor. San Juan nos dice: Dios es Amor, pero, ¿a qué tipo de amor se refiere?, ¿hablará de lo mismo que muchos entienden por "amor"? Se puede decir que hay tres clases de amor:
La primera es el amor erótico, es decir, el atractivo físico, producto del instinto, que un hombre puede sentir por una mujer o una mujer por un hombre. Este amor es posesivo y excluyente. Se quiere poseer a la persona "amada". No es malo este amor, pero sí puede ser turbador al mismo tiempo que placentero. Sin embargo, es insuficiente como amor humano, pues también los animales experimentan ese atractivo que nace del instinto. Por desgracia en nuestra sociedad, cuando se habla de amor, generalmente se entiende sólo así, como atractivo físico. Incluso para referirse a relaciones sexuales entre gente que no tiene ningún compromiso sentimental, tranquilamente se dice: "hacer el amor". Este amor, por ser instintivo, no es libre, brota o desaparece sin que la persona lo decida. Sin embargo sí se puede someter a la inteligencia y a la voluntad, de acuerdo a las propias convicciones. Con el amor erótico se entabla una relación yo-ello, es una relación del otro como objeto, de dominio, de posesión o manipulación del otro. Se convierte al "tu" personal y sujeto en un "ello" objeto, neutro, cambiable, utilizable, satisfactorio o explotable. Conduce a abusos, desilusiones, insatisfacciones.
Hay un segundo y más alto amor, que es lo que comúnmente llamamos amistad. La amistad es una intercomunicación gratuita, cordial, no posesiva porque es abierta, en la que hay un interés mutuo por los problemas, éxitos o sufrimientos del amigo, y que, a su vez, constituye un descanso psicológico. La amistad es semilibre, se puede cultivar, pero no se puede imponer.
Y, hay un tercer amor, el amor incondicional que consiste en la actitud de ayuda generosa a los demás, de servicio desinteresado, de oblación gratuita para el bien de todos. Esta actitud exige frecuentemente el sacrificio de los propios intereses, anteponiendo a ellos el bien y la ayuda al prójimo. Este amor tiene la característica de que entre más da la persona, más se encuentra realizada ella misma; esto es un misterio, es una realidad comprobada por la experiencia: cuanto la persona más se olvida de sí para favorecer a otros, más, verdaderamente se realiza ella misma. Tanto somos cuanto damos. El amor incondicional es una relación "yo-tu", es decir entre personas; es un encuentro fecundo entre dos sujetos libres que se reconocen y respetan como tales. No hay manipulación, no se busca posesión ni dominio. Significa aceptación sincera, deseo de ayuda sin condiciones a la persona amada. Este es el amor más humano y más humanizador. Es además un acto de libertad, pues ayudar, servir, comprender, respetar, dar, perdonar, son acciones que uno decide realizar libremente. Por eso este amor incondicional, constituye la relación más profunda y fecunda que puede existir entre las personas.