Cuando sea Viejo y ya no Pueda - Despierta

PADRE (VOZ GASTADA Y MUY EMOTIVA) Cuando veas que ya no soy el mismo de antes, cuando sin querer derrame la sopa sobre mi camisa y no sepa cómo atarme los zapatos, no te burles de mí. Recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer lo mismo.

MADRE Si cuando conversas conmigo, repito y repito las cosas, escúchame. Cuando eras pequeña, para que te durmieras, tuve que contarte mil veces el mismo cuento hasta que cerrabas tus ojitos.

PADRE Cuando olvide dónde dejé los lentes, cuando confunda los nombres y no me acuerde quién llamó por teléfono, no te molestes conmigo. Lo que recuerdo bien es cuando eras niño y yo te enseñaba el nombre de las cosas.

MADRE Cuanto te aburra hablándote de mis enfermedades, ten un poco de paciencia. Tal vez todo sea psicológico, como dices tú. Pero me duele.

PADRE Cuando me veas ignorante frente a la tecnología moderna, no te desesperes. Llegará un tiempo en que tus hijos y tus nietos sabrán manejar los nuevos aparatos mejor que tú.

MADRE Cuando me descuide y ande con una ropa vieja y sucia, no me regañes. Antes, eras tú la que regresabas del colegio con el vestido lleno de lodo. Y yo tenía que perseguirte para que te lavaras y pusieras bonita.

PADRE Cuando mis piernas fallen, dame tu mano para apoyarme. Yo lo hice cuando tú comenzaste a caminar y a descubrir el mundo.

MADRE Cuando me gane el sueño delante de otros, compréndeme. ¿No te acuerdas cuando te dormías en el salón y en brazos te llevaba a la cama?

PADRE Nunca me gustó ser una carga para nadie. Y mírame, ya no valgo para nada. ¿Tienes algo en que pueda ayudarte? Es duro sentirse inútil.

MADRE Cuéntame tus cosas, hija. Háblame de ti, como hacías antes, cuando llegabas triste y buscabas consuelo, cuando llegabas alegre y me dabas un beso y te reías conmigo.

PADRE Es muy feo llegar a viejo, muchacho. No sentir la energía de antes. Pero me quedan ganas para decirte que te admiro mucho porque has sido valiente y honesto como yo.

MADRE Las viejitas somos como niñas. Necesitamos cariño, que nos mimen un poco. No me abandones nunca, hija mía. Yo nunca lo hice contigo.