Respirá bien hondo. Un maravilloso torrente, de energía amorosa y cristalina, llega para acariciar tu alma. Sus multicoloridas ondas de consciencia trascienden los moldes de las letras. La frecuencia te invita a volar con el corazón abierto. Una sonrisa angelical te recuerda que estás vivo. Dibujale alas a tus sueños, insuflales pasión. No estás solo. Juntos anclaremos, en el mundo de las formas, la vibración del amor.
Tu ser reconoce este mensaje, por eso ríe. Sabe que no hablo de utopías. Cuando las palabras, pensamientos e intenciones son guiados por el espíritu, la majestuosidad de los reinos luminosos desciende para impulsar tus pasos y guiar tu corazón. Vinimos a servir. Ayudamos, por amor, a que nazca una humanidad más consciente.
Estas líneas confirman que estás acompañado. A los ojos de muchos, seremos ilusos o simples soñadores que pretendemos co-crear un mundo que nunca será. No importa. Nuestra voz interior nos orienta y anima a persistir. Falta demasiado poco para que la historia se revierta. ¿Lo percibís? Ya se siente la inigualable fragancia que anuncia el arribo de un tiempo sin tinieblas, ataduras, ni fronteras. Continuemos trabajando con fervor y denodada entrega. Perseveremos inspirando, centrados en el corazón, para ayudar a que otros despierten, al recordar su esencia divina.
Que quien mire tus ojos vea el brillo de un nuevo amanecer. Que quien tome tus manos sienta contención y humanidad. Que tus palabras se transformen en agua fresca para aquellos que estén sedientos de consuelo y esperanza. Que a través de tus abrazos sientan el calor de la fe. Que tu risa los eleve más allá de las estrellas. Que tu corazón les muestre el camino hacia la luz.
Cada vez que necesites aliento, aquí estaré. Siempre vendré a tu encuentro. Sabemos que la tarea que emprendimos no es para nada sencilla, fue por eso que convenimos esta peculiar manera de apoyarnos para avanzar con firmeza. Sigamos sembrando semillas de consciencia, paz, armonía, unión, alegría y confianza. Haremos de esta Tierra un inmenso corazón, para que a través de sus latidos se expanda y multiplique, por todo el universo, la vibración del amor.
Julio Andrés Pagano
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