Disfrutar cada momento aumenta la autoestima
Siempre me
resultó desconcertante la “ceremonia del té”, ese ritual milenario de
la cultura japonesa que consiste en una cuidadosa preparación de la
infusión en un entorno tranquilo y adecuado. Por ejemplo en Internet
encontré mucha información, imágenes y videos, pero siento que falta
algo central que nos explique cómo es posible que algo tan trivial y
ordinario como preparar el té haya justificado el desarrollo de una
ceremonia semejante y su continuidad a lo largo de tanto tiempo.
Actualmente,
en nuestra cultura occidental, preparar un té es algo más bien
simple, a lo que no le prestamos demasiada atención. Incluso en
cualquier parte podemos encontrar una máquina que nos entrega un té (o
café, chocolate, etc.) a cambio de algunas monedas.
La verdad
es que no sé mucho acerca de la ceremonia del té, pero de todas
maneras me animo a proponer una explicación acerca de su origen. Hacer
cualquier actividad, por simple y ordinaria que sea, con completa
consciencia de nuestros movimientos, con la atención enfocada en
nuestros cinco sentidos, ejecutando cada acción de manera deliberada y
consciente… es vivir plenamente el momento presente. Eso interrumpe el
flujo de nuestros pensamientos, permite que nuestra mente descanse
(por fin!) y nos trae paz, alegría y una indefinible sensación de
confianza en nosotros mismos y en la vida. Y esto sí justificaría la
práctica de un ritual como la ceremonia del té.
En cada
momento del día podemos actuar de esta manera, al hacer cualquier
actividad. No se trata de ser exagerados en ninguna forma ni de llamar
la atención de los demás. Sólo tenemos que llevar a cabo las mismas
acciones y los mismo movimientos de siempre pero de manera consciente y
deliberada, tal vez solo un poco más lentamente, no hacer nada
apurados.
Si
somos capaces de disfrutar de cada momento, de descubrir esta
inesperada fuente de bienestar, siempre disponible precisamente porque
está aquí y ahora, podremos perdonarnos cualquier falta o defecto de
esos por los que a veces nos criticamos tanto, que tal vez pensamos
que nos impiden ser felices. Y entonces nos va a resultar mucho más
fácil aumentar nuestro nivel de autoestima y hacer definitivamente las
paces con nosotros mismos.
WeB
