El sentido de la belleza...
¡Cuántas cosas podrían cambiar en el mundo con un poquito de buena voluntad y sentido por la belleza!
¿Acaso no es hermoso quedarse mirando un amanecer o un atardecer en la playa?
¿No es bello percibir el fresco aroma de los pinos despues de la lluvia?
¿No es hermoso saber que al levantar la vista al cielo en una noche de verano tenemos la seguridad que aún en la más grande oscuridad siempre hay una luz brillando?
Sí. Es hermoso ¿verdad?
¿Y no es hermoso transferir todas esas cosas bellas a nuestros actos cotidianos y en relación con los otros?
Miramos un espectacular cielo, percibimos los más exquisitos aromas, nos regalamos los mejores paisajes que atesoramos en el alma, entonces
¿por qué no somos capaces de encender un cielo en el alma de otro?
¿por qué no iluminar sus días con palabras y acciones como si fueran estrellas?
¿por qué no ser su mejor perfume en las horas más necesarias?
Tal vez, deberíamos dejar de consentirnos tanto para comenzar a ser una mano amiga en el hombro de quien verdaderamente necesita.
Tal vez deberíamos dejar de ser días nublados y noches de tormentas que intentan impresionar para comenzar a ser, verdaderamente, el motivo de un buen día.
¿No te parece?
© Miguel Angel Arcel