Una persona sin entusiasmo es como un reloj sin cuerda. El entusiasmo es un ingrediente fundamental para una personalidad de éxito, eficiente y competente.
Para volverte entusiasta respecto a un objetivo debes pensar en los frutos y beneficios que reporta dicho objetivo, más esforzado y empeñoso serás en alcanzarlos.
El entusiasmo proviene del interior del hombre: brota en una mente positiva y crece con acciones positivas.
Para ser entusiasta... ¡hay que actuar con entusiasmo!