Venimos solos a este mundo y solos nos vamos de él.
Hubo un tiempo en que sentía diferente.
Sentía que entrábamos a formar parte de otros, y que una vez que lo hacíamos podíamos evolucionar en compañía. Que los intereses de unos se engarzaban en el de los otros.
No sé por qué tuve esa visión de la vida. Hoy sé que no es así.
Lo aprendi a los golpes, sufriendo.
Aprendí que la individualidad es mas fuerte que el amor o el cariño.
Que los intereses personales pasan por encima de cualquier sentimiento del otro.
Los niños sienten que están primero siempre, y es entendible. Pero resulta que los adultos siguen comportándose así.
El mundo actual se ha convertido en un mundo egoísta y yoísta. Se vive en una burbuja en donde los intereses de los demás no nos tocan.
Palabras bonitas hay muchas, hechos muy pocos.
Tuve que reever mi forma de ser, por instinto de conservación. Pues yo no soy así, pero no se puede nadar contra corriente.
Con tristeza me estoy tratando de adaptar. Nunca cambiaré ni lo deseo, pero si me tengo que adaptar.
Una nube de tristeza me envuelve, pero un sol interior me da calor y luz.
Ese tipo de soledad duele y mucho! Y no hablo solo de la mía.
Creo que llegé al mundo equivocado, a ver si tengo suerte y la próxima vez lo elijo mejor.