Danzar es soñar en movimiento. Es cantar nuestra verdad más secreta y sutil con la voz del cuerpo. Es dejar que nuestro alma penetre hasta la superficie de nuestra piel mientras las células del cuerpo vibran al ritmo del universo. Es buscarnos cuando estamos perdidos. Es encontrarnos y reafirmarnos. Danzar es compartir en alegría y sonreir en soledad. Es sentir la Madre Tierra debajo de nuestros pies descalzos, sacudir nuestros almas femeninas mientras bailamos a su honor. A/D