Pareciera ser un amor egoísta porque
cuando Dios le puso color al cielo lo hizo para mí.
Si la luz del sol, el verde de los bosques,
el aroma de las flores, el canto de las aves
y así todo lo bello, todo lo hermoso, lo hizo para mi.
Y un día me llamo, este Dios creador y me dijo:
- Te has preguntado, ¿por qué te he dado tanto?
A lo que yo respondí muy despacito
pero plenamente consciente:
- Tú me distes todo para que yo lo pueda compartir .