
MELANCOLIA
Quizá nunca supiste que al marcharte, con tu paso firme y sonrisa flamante dejaste a tu paso un corazón descuidado que atropellado por tu amor, sin querer destrozaste.
Seguiste tu paso, sin mirar hacia atrás, ni preocuparte nunca por aquella persona que sentía tus memorias llegar como una fuerza del más allá.
Nunca fueron tus besos más cálidos, ni tibios, como aquellos de la noche que nos despidió, sin mediar palabras, ni reconsideración, ahogando mi pecho dentro de un aguacero del que nunca escampó.
Yo no quise mirarte a los ojos, por temor a sentirme inquietada y feliz, tu mirada dulcísima tenía la cualidad de dejar mi sangre hirviendo con un toque de tus ojos que la inquietara así.
Rápidamente encontraste otra amante, una que supo llenarte con algo que yo no, nunca supe qué era, jamás lo comentaste, y siempre estuve añorando tenerlo yo.
Ya no fueron tus brazos los que me cobijaron, ni supiste nunca que jamás te olvidé, porque en cada beso que mis labios regaron, llorosa y en silencio tu nombré llamé.
Con el tiempo entendí que mi declamación era un gesto inútil para ti, porque tu alma nunca supo que en cada verso te escribía a ti.
Tal vez algún día cuando leas mis letras, sollozarás anhelante o, desde ese trono en el cual te sientas, preguntarás con curiosidad para quién fueron hechas. Nunca mis labios te dirán la verdad, aunque todos infieran la realidad que en cada gota que derramó mi tinta mis manos buscaban tu mirada cada vez más.
Así pasará el tiempo y tal vez algún día habré olvidado por qué te escribía, quién sabe si al final por pura costumbre y de tanto ausentarte del transcurrir de mis días, desaparecerá tu nombre de las líneas que escribo exprimiéndole a mi tinta tanta melancolía.
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