“La ventaja, si existe alguna, de estar en el fondo del pozo, es que cualquier movimiento nos lleva hacia arriba”. Donald Trump
Hay momentos en nuestras vidas, en los cuales perdemos todo.
Puede que sea la quiebra de una empresa, el empleo de muchos años, puede ser un divorcio, puede ser un cambio irresponsable en la economía, puede ser una guerra, puede ser un crimen, puede ser un accidente o una muerte.
Tu sabes que, por más brillante y rica que sea una persona, se encontrará en el fondo del pozo en algunos momentos de la vida.
INCLUYÉNDONOS TU Y YO
El ideal, es que tales momentos sean puntuales y raros. Y lo serán, si nos preparamos para salir de ellos, antes de que sucedan.
No tengas miedo de esos momentos, pues van a ocurrir de cualquier forma. Son parte de la existencia sobre la cual no tenemos control.
Es mejor ya tener en mente un pensamiento que va a ayudar mucho:
“La ventaja, si existe alguna, de estar en el fondo del pozo, es que cualquier movimiento nos lleva hacia arriba”
Si, esos momentos pueden causarnos pánico y recelo sobre el futuro. Todo lo que sobra es aquello que somos y que hace parte de nuestra mente, nuestras emociones y nuestras creencias personales.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas fuimos enseñadas sobre el dolor del fracaso, pero no sabemos como usar lo aprendido de esos fracasos para construir los nuevos caminos con dirección a la victoria; aprendemos sobre las lágrimas de la amargura, pero no sobre como usar esas lágrimas para volvernos personas mejores, día tras día; nos dijeron de la soledad de la pérdida, sin jamás acordarse de la importancia de que, cuando estamos solos, nos detenemos para reflexionar sobre lo que debemos cambiar, para que las pérdidas no se repitan.
Verdaderamente, escuelas, facultades y gran parte de nuestra sociedad nos enseña:
Tu dolor es muy real, pero es necesario comprender que el dolor necesita ser contenido, para que podamos pensar y actuar, para colocar nuestra vida en el carril nuevamente.
Por eso, cuando estés caído en el fondo del pozo, descansa un poco y mira a tu alrededor. Duerme, si es preciso. Llora, si es preciso. Lamenta, si es preciso.
PERO, DESPUES DE ALGUN TIEMPO. SAL DE ALLÍ.
No verás nada; por algunos momentos, estará oscuro y te sentirás perdido. Eso es natural. Pero, vamos a buscar lo que también es natural: es natural que tu, habiendo tropezado con uno de los puntos bajos de tu vida, solamente necesitar hacer un movimiento y ya estarás más próximo a la salida, sea cual fuere.
No te preocupes en olvidar el dolor, pues él es parte de ti. Son las cicatrices las que te vuelven una persona más completa, más rica internamente, más viva.
Puede ser que tardes y que tengas que “resbalar” mucho, pero echar la culpa en cualquier cosa o persona – aunque sean culpables verdaderos – no va a sacarte a ti, o a tus sueños, del fondo del pozo. Solamente la acción puede generar resultados.
Acuérdate de que la ventaja, si existe alguna, de estar en el fondo del pozo, es que cualquier movimiento nos lleva hacia arriba.
Busca la salida, levántate y recomienza el camino. Mientras más pronto mejor.
Entonces…. ¿Por qué no ahora mismo? ¿Por qué no ya?
Aldo Novak