La fuerza de la positividad

¿Pero qué hay de cierto en esta afirmación? ¿De verdad nuestro destino está escrito según las hechos que nos ocurran? Pues yo creo que en parte sí, pero no de manera tan estricta o reglamentaria. Simplemente creo que somos nosotros mismos, con nuestras acciones, lo que verdaderamente propicia “que nos ocurran buenas o malas”. En mi caso, cuando pasé momentos de mi infancia duros, siempre supe superarme, conocerme mejor a mí mismo, y aproveché esa crisis de mi vida para hacermedarme cuenta que nada ni nadie amedentraría o deformase mi alegría. Y gracias a esto, en parte volví a encontrar de nuevo “mi sitio en la vida”. Es decir, pude encauzar mi vida otra vez.

Muchos de vosotros os preguntaréis cómo podemos hacer para que la vida siempre nos depare momentos y experiencias maravillosas. Obviamente no es una fórmula mágica que funciona de manera certera. Siempre ocurrirán hechos que no sean de nuestro agrado y eso no significa que nos los merezcamos ni nada por el estilo, o que seamos malas personas. Son momentos que simplemente hay que superar, para crecer como personas y hacernos más fuertes emocionalmente. Y cuando lo hagamos seguro que vendrán tiempos mejores. Antes o después lo harán.

Una fórmula de propiciar hechos que sean de nuestro agrado, es a través del positivismo. Esta es un arma realmente poderosa que mucha gente desconoce. Si somos capaces de dominarla, os sorprenderán sus resultados. Por ello, cuando ocurra algo negativo, intenta buscarle solución rápidamente para después sacarle su lado positivo. De esta forma ganarás en autoestima y confianza en ti mismo porque has sido capaz de “salir del paso” tú solo. Pensarás que eres una persona fuerte, resolutiva y capaz de anteponerte con cualquier cosa que se te ponga por delante. ¿Lo ves? El positivismo llama más positivismo.

Así mismo, una forma de fomentar este “poder” es a ayudando a los demás. Si somos capaces de escuchar a nuestra gente cercana con cualquiera de sus problemas, e intentar en ayudarlos para solucionarlos, seguro que después no sentimos mejor con nosotros mismos. Esto hará supondrá un chute de autoestima bestial ya que nos habremos convertido en mejores personas. Además, si tú haces un favor a alguien, seguro que después ese amigo te lo devuelve cuando lo necesites. ¡Aquí sale ganando todo el mundo!

Si por el lado contrario solo propiciamos la negatividad, ten por seguro que esto os deparará más negatividad. De nada sirve quedarse en la cama lamentándose y cayendo en la autocompasión (al menos a largo plazo) ante cualquier adversidad. Este será un momento para “coger el toro por los cuernos” y afrontar la realidad tal y como viene. Cuando lo consigas, seguro que le ves el lado positivo a lo ocurrido. Y es que ya lo decía un proverbio chino que dictaba lo siguiente: “cada siete veces que te caigas, levántate ocho”.