El
mayor grupo del sector manufacturero de EE.UU. está inmerso en una
batalla legal contra el Gobierno estadounidense por los 'minerales de
guerra' usados en sus productos. Mientras tanto el Congo se desangra
ante la impasible mirada de Occidente.
La Comisión de Bolsa y Valores del
Gobierno de EE.UU. libra estos días una batalla legal contra la
Asociación Nacional de Fabricantes en la que lo que está en
juego es
si los consumidores deben o no conocer los orígenes potencialmente
sangrientos de productos que utilizan a diario. Asimismo se ha de
decidir quién tendrá que elaborar las normas para las multinacionales,
si el Congreso o las propias empresas, según informa el portal
Slate.com
La Ley Dodd -Frank,
aprobada en 2010 y que entrará en vigor en 2014, se conoce como ley de
reforma de Wall Street y de protección del consumidor y su objetivo es
endurecer la regulación de la industria de servicios financieros y
mejorar los aspectos de la gestión empresarial.
La
norma obliga a las empresas a realizar un seguimiento e informar de los
'minerales de guerra' utilizados en sus productos. Estos minerales son
el oro, el estaño o el más codiciado, el coltán (utilizado en los
teléfonos móviles, reproductores de DVD, ordenadores portátiles,
discos duros, etc.), que se extrae en la República Democrática del
Congo (RDC) fundamentalmente y cuyo comercio alimenta sangrientos
conflictos armados.
Según
el congresista Jim McDermott, la ley Dodd-Frank denuncia que "la
explotación y el comercio de minerales de guerra originarios de la RDC
está ayudando a financiar conflictos que se caracterizan por niveles
extremos de violencia", contribuyendo a una situación de "emergencia
humanitaria" en el país.
Mientras
tanto, las corporaciones y empresas transnacionales del sector
argumentan que el cumplimiento de la norma llevaría aparejado un
significativo aumento de los costes y que "no está claro si los
congoleños saldrían beneficiados". Asimismo, sostienen que con la
mencionada ley, el Gobierno viola los derechos de las empresas
contemplados en la Primera Enmienda, al forzar a las compañías a revelar
datos de su producción.
El conflicto en la RDC
El
conflicto civil en el Congo ha sido impulsado desde hace más de una
década por la lucha por el control de los vastos recursos naturales del
país, tradicionalmente oro, diamantes y madera. Ahora, el coltán se ha
convertido en el 'oro gris' del continente africano. Crucial para la
fabricación de dispositivos de telefonía móvil, ordenadores portátiles y
otros aparatos electrónicos, este material se encuentra en importantes
cantidades en la zona noroeste de la República Democrática del Congo
(RDC).
La
creciente demanda de este mineral por parte de Occidente está desatando
múltiples matanzas en la RDC, donde no sólo las empresas extranjeras
expolian sus minas de coltán, sino que también sus vecinos Ruanda y Uganda roban el mineral para exportarlo a Occidente y Asia.
Bajo la estricta vigilancia de las milicias rebeldes y esclavizados por los señores de la guerra,
incluso los niños extraen este material arriesgando sus vidas en las
minas, víctimas fáciles de una tupida red de intereses que salvaguardan
este comercio sangriento. Mientras tanto grandes compañías de tecnología
en los países desarrollados continúan importando coltán
indiscriminadamente, a pesar de las advertencias de Naciones Unidas al
respecto.