Conocerse, la llave para ser feliz
Cuando somos niños nuestros padres nos intentan enseñar qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. Lo hacen transmitiendo sus creencias y sus valores, dándonos pautas de cómo es la vida y nos van formando. También esta tarea la cumple el sistema escolar y así aprendemos cómo vivir en sociedad, cómo tenemos que actuar ante tal o cual situación, etc.
Qué me pasa con lo que pasa
Lo que nadie nos enseña es a saber quiénes somos, a formar valores y creencias con las que nos sintamos identificados, a vivir de una manera más auténtica. Muchas veces ante diferentes situaciones aparecen los conflictos entre lo que queremos y lo que en nuestra educación se nos ha dictado como bueno.
Así, lo que el psicólogo norteamericano
Carl Rogers, llamaba "sí mismo" (el yo más íntimo de la persona) entra en conflicto con la "imagen de sí mismo" (lo que la persona cree que es y lo que debería ser). Habitualmente las personas optamos por proteger nuestra imagen antes que seguir a nuestras deseos.
Para evitar este tipo de problemas lo más recomendable es registrar eso que viene de lo profundo y que siempre y en diferentes situaciones aparece, y luego elegir entre eso y lo que "debería ser". Esto ayuda a aceptar y conocer esa parte nuestra que desde lo profundo pide libertad de acción.
Nuestro interior
Pero usualmente esto no sucede porque tememos a nuestro interior. Están de moda infinidad de libros de autoayuda y autoconocimiento que desde fuera de nosotros mismos nos dan la "clave de una vida feliz" y nos alejan aún más de nuestro "sí mismo". Esto sucede porque generalmente dan información parcial y para completarla nos invitan a hacer algún tipo de seminario, pasando de la función de libro a la de panfleto publicitario.
Entonces la clave es no temer a quiénes somos ¿Cuántas veces reaccionamos de una manera que no nos gusta y cuando pedimos disculpas decimos "no era yo"? Lamento informar que "sí era yo" viviendo una experiencia profunda de enojo, bronca, rabia, impotencia, etc.
¿Cuál es la clave para conocerse mejor? Ponerse en contacto con los sentimientos, emociones y pensamientos que van apareciendo; a eso Rogers lo llama "experiencia" lo cual puede resumirse en la frase "qué me pasa con lo que pasa" y me permite actuar coherentemente con quién soy en realidad. Registrar esa "experiencia" y ponerla en marcha es lo que nos hace crecer en el conocimiento propio y también como personas, ya que nos ayuda a ser más responsables de nuestros actos y estar atentos a lo que nos pasa y por ende a las necesidades de los demás.
Entonces y para concluir, el registro consciente de lo que nos pasa en diferentes situaciones y actuar en consecuencia responsablemente, hacen que nos vayamos conociendo más y que podamos vivir más plena y felizmente.